Como cada año, comenzamos el blog con la crónica de la San Silvestre Vallecana, este año en su 51ª edición.
Esta carrera, es de esas cosas que hay que hacer alguna vez en la vida, ya que es una experiencia grata, sana y muy simpática. Incluso yo, que de joven jugaba de portero, por no correr, he participado en ella en un par de ocasiones y no me arrepiento, incluso ya mayorcito, adquirí esta costumbre y siempre que puedo o me acuerdo la veo en directo, ya sea “in situ” o en Telemadrid.
El año pasado me dio pereza ir a ver a mi sobrinita Raquel y este año, la llamé el mismo día, contándole mis buenas intenciones de ir a verla competir u estoy contento de haber ido, verla y además haberla fotografiado, que con su paciencia y gentileza, perdió unos segundos importantísimos para su marca personal, mi torpeza en el mundo de la fotografía es tal que
Más de 40000 corredores, en una carrera de 10 kilómetros de distancia en la que, gambas de todo tipo, árboles de navidad, cucarachas……. y la nieve artificial están presentes, desde Sagrados Corazones, hasta la calle de Candilejas. Para los profesionales, acaba en el estadio de Vallecas.
Sergio Salinero, en categoría masculina, y Clara Viñarás, en femenina, fueron los primeros en llegar a Vallecas, en la popular y la keniana Linet Masai (vencedora en 2013) y Mike Kigen, rebautizado como Ozbilen tras su reciente nacionalización por Turquía, (vencedor en 2014) defendió con éxito la corona dominando la prueba en solitario desde el inicio.
Publicado por Mascherato viola en 11:49