Sánchez está fuera de control y el PSOE se ha convertido en una comparsa tétrica y corrupta que le acompaña en la obra de demolición de España, mientras las grades instituciones y poderes de la nación, desde la Monarquía a la Justicia, sin olvidar a las fuerzas armadas, la prensa libre, la Universidad y la sociedad civil, están paralizadas y contemplan sin moverse el acuchillamiento y ruina de España.
Ante el abuso de poder continuado y el uso de la daga contra España, la ciudadanía es la única esperanza de salvación. Ei grueso de los ciudadanos, milagrosamente y a pesar de vivir en una pocilga sin ética fabricada por los políticos, permanecen ajenos a la gran orgía corrupta de los poderoso y conservan grandes dosis de decencia, civismo y amor a su nación.
Los camioneros, con su huelga de protesta contra el gobierno. marcan la única ruta a seguir para escapar de la tragedia que Sánchez y el socialismo construyen con mimo. Hay que echarse a las calles y protestar sin descanso hasta que el felón sea juzgado y tenga que irse por sus fechorías contra la nación y la convivencia.
Nos ha empobrecido, ha indultado, premiado y exaltado a los golpistas, ha traicionado los grandes valores, ha desarbolado el Estado de Derecho, nos ha endeudado hasta la locura, despilfarra, miente como nadie en la Historia de España, engaña, incumple sus promesas, practica la opacidad más oscura, falsea los datos y las cuentas y entierra la verdad bajo una montaña de estiércol político y ético.
Votar a Sánchez o apoyar sus desmanes son pura traición a España.
Hacerle pagar esas maldades, traiciones y fechorías no es una opción sino un deber para toda persona decente, digna y con amor a España.
Francisco Rubiales