Por Hogaradas
Las sandalias van acaparando cada vez más terreno entre toda la oferta de calzado para la temporada otońo-invierno.
La explicación sería sencilla si pensamos que cuando finaliza el verano nos encontramos todavía en muchos lugares con días de sol y de calor, pero también es lógico pensar para qué sirven luego cuando lleguen los días de frío.
Es evidente que las sandalias de verano tienen que diferenciarse de las del otońo, y así es, puesto que estas últimas están fabricadas con pieles más gruesas, llevan tiras más anchas y las hebillas y herrajes son más grandes. En cuanto a los colores, evidentemente, se adaptan a los tonos más oscuros propios de la nueva estación y los tacones son algo más anchos.
Si este verano hemos visto por la calle muchas botas, también preparadas para el calor, y distintas a las que usamos en época de frío, seguro que esta próxima temporada no nos asombraremos al ver chicas con sandalias, aunque eso sí, con media tupidas y calcetines, que seguro que sus pies se lo agradecerán.
Una tendencia que poco a poco va se va haciendo un hueco, aunque le cuesta, y que aunque pueda sorprendernos, no dudo que tendrá sus adeptas. żSerás tú una de ellas?
Fotografías - Zara
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