En mi vida había visto un calabacín tan grande, más de 10 cm. de diámetro. Yo me quedé alucinada cuando lo vi y, lo peor de todo, es que no sabía qué podía cocinar con uno tan grande para no desaprovecharlo, por que una cosa así y más de un huerto pequeñito, tenía que estar muy rico.
Pero dio la casualidad de que mi amiga de Barcelona vino a pasar unos días con nosotros y, como es vegetariana y queremos cuidarla muy bien siempre que viene para que no dude en volver jaja, intentamos que las comidas se adecuen a lo que ella acostumbra a comer, aunque ya os imaginaréis que acabamos dándole nuestro toque. Así que sabiendo que no le importaba comer queso, a mi cocinillas enseguida se le ocurrió como podía preparar el mega calabacín para la cena del viernes.
Así que muchas gracias a mi compi por darnos el calabacín y a mi amiga por la visita (ya estamos deseando que vuelvas para seguir con el turisteo! jaja), por que gracias a vosotras dos hemos conseguido esta receta ;).
Ingredientes (para 3 personas)
- 1 calabacín grande
- 6 lonchas de queso
- 6 lonchas de jamón de york (no incluir si queréis la versión vegetariana)
- 150 gr. de champiñones
- 1 ajo
- Un puñado de queso rallado
- Sal, pimienta y tomillo
- Aceite de oliva
Pon a precalentar el horno a 220ºC.
Lava y corta a rodajas los champiñones y el ajo. En una sartén a fuego medio vierte un poco de aceite y cuando empiece a estar caliente añade el ajo. Una vez que empiece a dorarse, añade los champiñones y el tomillo. Remueve y deja que se hagan hasta que estén dorados.
Cubre la bandeja del horno con papel de hornear y vierte un poco de aceite por encima (si tienes en espray quedará mucho mejor). Lava el calabacín y corta doce rodajas gorditas para que no se rompa. Coloca seis sobre la bandeja y reserva las otras seis.
Sobre cada rodaja de calabacín echa sal y pimienta y coloca un puñado de champiñones hasta que repartas todos los que has cocinado antes.
Cuando veas que el calabacín ya está hecho, añade un puñado de queso rallado por encima de cada uno y pon la opción de gratinar durante unos 5 minutos aproximadamente.
Si queréis adornarlos con el crujiente de queso, solo tenéis que poner un puñadito en la bandeja y sacarlo del horno cuando veas que se ha derretido el queso.
Y a disfrutar! ;)