Lo primero que hacemos es freír el pimiento verde. Os voy a contar como frió yo los pimientos para que se queden blanditos y sean ideales para este tipo de preparaciones. Se echa abundante aceite en la sartén, se parten en varios trozos los pimientos, personalmente me gustan más los italianos (los alargados), se salan y se dejan freír muy despacito. Cuando veamos que están blandos, se sacan y se guardan en un taper con el aceite de freír para que no se estropeen.
Gasto: 2 euros
Raciones: 2 personas.
Dificultad: Fácil.