Sangre Asteka - Sangre Asteka (1991)

Publicado el 13 junio 2023 por Moebius
Visionarios e innovadores, esta fue una banda fundamental en el rock mexicano. Y seguimos con lo mejor del rock mexicano y con los coletazos de La Barranca, y este fue un grupo antecesor a La Barranca y éste un álbum totalmente inconseguible en formato físico hoy en día. Sangre Asteka fue un grupo surgido en 1987 por el guitarrista y cantante José Manuel Aguilera junto con el acordeonista Humberto Álvarez, con la idea de juntar músicos pero para hacer una música realmente "mexicana".  Así pues, 4 años mas tarde surge el primer y único disco que presentamos ahora. Combinando la música de raíces mexicanas con el rock, implementando instrumentos de rock y acordeón, ellos fueron precursores en eso de mezclar el rock con el folclore mexicano, así que no podíamos no recordarlos en esta saga de rock mexicano.
Artista: Sangre AstekaÁlbum: Sangre Asteka
Año: 1991
Género: Rock / Rock alternativo
Duración: 34:59
Nacionalidad: México

Otra publicación que viene de parte de nuestros colaboradores cabezones, orta vez Carlos y su Viaje al Espacio Visceral quien nuevamente nos trae sorpresas. Y esta sí es una sorpresa, porque vamos con un grupo mexicano, que es la raíz de muchas otras cosas tan interesantes como agrupaciones como La Barranca o algunos proyectos de etno-música precolombina mexina de los que ya estuvimos hablando anteriormente en los álbums de Suspended Memories, el señor Jorge Reyes o el señor Luis Perez, entre otros.
Me
remito a comentarios que encuentro aquí y allá:
Sangre Asteka fue un grupo de rock mexicano concebido por Humberto Álvarez en el año de 1987 durante el llamado Boom del rock en tu idioma. Fue uno de los primeros grupos en fusionar la música popular mexicana con el rock, incorporando por primera vez un instrumento tan disímbolo y exótico para este último género: el acordeón.
A mediados de los años ochenta Humberto Álvarez tocaba el teclado en el grupo de vena progresiva Música y Contracultura MCC y en uno de sus conciertos conoce a un joven músico llamado José Manuel Aguilera a través del baterista de la banda y 'amigo de viejas batallas' de José Manuel César 'Périco' Calderón. Tiempo después se desintegra MCC y Humberto se une a Casino Shangai un grupo de techno pop que edita un disco (Film).
Un día, en una exposición de arte José Manuel y Humberto se reencontraron e intercambiaron puntos de vista donde se dieron cuenta de que coincidían plenamente respecto a sus necesidades creativas. Humberto lo invitó entonces a José Manuel al concierto debut de un experimento en el que estaba trabajando, donde buscaba combinar la música y raíces mexicanas con el rock, ese proyecto tenía el nombre de Sangre Asteka. Dicha presentación se llevó a cabo el año de 1986 en el Foro del Museo del Chopo. La alineación de la banda en ese concierto fue: Jesús González en la guitarra eléctrica, Federico Luna en la batería, Mingo Nieto en el bajo y Humberto Álvarez en la voz y acordeón. Al final el concierto resultó accidentado ya que los músicos olvidaron sus partes pero fue suficiente para que José Manuel aceptara unirse a la banda la cuál entró en una fase de reestructuración.
Juntos se pusieron a trabajar en un grupo de canciones compuestas por Humberto, José Manuel y por ambos. Estás canciones pretendían conjugar el rock contemporáneo con elementos propios de la música mexicana, la primera incorporación en este sentido fue de tipo instrumental: un acordeón que tocaría (impecablemente) Humberto Álvarez y que coquetearía con un poco con el género de música norteña mexicana y la polka un hecho por demás insólito y que fue un parteaguas para que posteriormente grupos y solistas como Julieta Venegas o El Gran Silencio lo intentaran con mejores resultados hablando en términos comerciales. A este proyecto se unieron en primer instancia Lorenzo "El Pollo" Lagrava en el bajo y Tizoc Briseño en la batería. Poco tiempo después Tizoc y El Pollo salen del grupo y en su lugar entra el bajista Daniel Soberanes y su pareja sentimental Alda Reuter en las percusiones. Con esta alineación circularon cerca de dos años en los antros del país.
En 1990 el grupo viaja a San Diego para grabar su primera placa, en el Signatura Sound Estudio que le pertenecía a Luis Arteaga un viejo conocido de José Manuel. Para la grabación no contaban con baterista así que se tuvo que recurrir a un músico de sesión llamado Ron Bartlett. Al regreso del viaje y con el master en las manos emprendieron una búsqueda de alguien que estuviese interesado en el disco, búsqueda que finalizó con Edmundo Navas de Opción Sónica, una disquera independiente que estaba surgiendo en esos momentos. Por razones de haber ingresado a una compañía independiente donde los tiempos de producción y la infraestructura erán más prologandos la banda entra en un receso forzoso justo cuando se encontraba en su momento de "mayor esplendor".
José Manuel se embarca como invitado en proyectos más disímbolos y underground como en la famosa Suciedad de las sirvientas puercas del Dr. Fanatik, mientras Humberto empieza a interesarse por el etno y la cosmogonía antigua de México. Finalmente y luego de un año de espera en 1990 aparece editado por Opción Sónica el disco Sangre Asteka. Para ese entonces Daniel y su novia Alda se habían separado de grupo por lo que, para presentar el disco se solicitaron los servicios del bajista Federico Fong (con quién José Manuel gestaría tiempo después a La Barranca) y Bola Domene (quien fungiría a la larga como baterista de La Lupita). Llegarían tocadas, presentaciones en canales culturales de TV e incluso la grabación de un par de videoclips como "La resistencia".
Poco después Federico y Bola salen del proyecto y regresan Daniel Soberanes y Alda Reuter junto con un nuevo baterista llamado Julio Morán que en ese entonces acompañaba a Aleks Syntek. El proyecto entra en duda respecto a su continuidad, sin embargo se realizan unas últimas presentaciones pendientes, como la visita al Bar SOB's junto a Café Tacuba en Nueva York, lugar donde por cierto a José Manuel le sería hurtada una guitarra (hecho que le serviría después de inspiración para la letra de la canción llamada Día Negro).
Al regresar del viaje, Humberto Álvarez decide separarse del grupo por diferencias de carácter personal y creativas según José Manuel: "Las condiciones externas siempre pesan en este país porque no están diseñadas para alentar la existencia ni de los grupos, ni de la música, ni de los músicos. En el caso de Sangre Azteka había dos problemas [sic]. De un lado Humberto ya no quería vivir aquí, lo cual complicaba mucho la situación, incluso ya no quería tocar, concretamente no quería tocar rock, que esa era la otra parte irresoluble del conflicto; yo sí quería seguir tocando rock, quería seguir haciendo música, quería seguir en la onda de hacer una banda". Después de la salida de Humberto, el resto de los integrantes junto a José Manuel intentaron seguir adelante tocando algunas composiciones de éste último y bajo el nombre de La Sangre, desgraciadamente no funcionó y no pasaron de unos cuantos ensayos; en el futuro inmediato José Manuel pasaría por proyectos interesantes como Odio Fonky y Nine Rain, tendría una breve aparición en el famoso grupo Jaguares y se consolidaría con su principal proyecto La Barranca. Humberto por su parte se mudaría a Malinalco donde se adentraría aún más en el Etno y la música prehispánica y se convertiría en artista de performance y sonoterapeuta certificado, grabando varios discos ya como solista.
Sangre Asteka fue un grupo precursor, una banda que innovó y no encontró el terreno fértil para desarrollarse y crecer. Surgieron en los albores del famoso boom del rock en español, pero sus ideas distaban mucho de apegarse a los cánones que la industria y los grupos de aquel entonces instauraron. Por una parte se movían dentro del ámbito del pop, pero su incorporación de música mexicana, la fusión de géneros propuesta no tenía parangón.
El 19 de Octubre de 2013 Humberto es invitado a realizar un concierto en el Museo del Chopo: "30 años en el Chopo, canciones de Humberto Alvarez". Para tal ocasión, Humberto invito a participar en 3 canciones (provenientes de su etapa en Sangre Asteka) a José Manuel Aguilera, reencontrándose ambos en un escenario después de muchos años.
Wikipedia
Trabajo que refleja la década de los 90s, con un sonido característico de batería aunque por suerte no tenían esos teclados tecno aborrecibles. Los tipos fueron precursores de una mezcla de ritmos haciendo más rica la variedad de sonidos ofrecida y convertir a la banda en pionera en eso de mezclar al rock con el folclore mexicano y darle lugar al acordeón. Aquí en Argentina ya habíamos tenido desde hacía tiempo experimentos como Arco Iris o Contraluz, en Chile estaban Congreso y Los Jaivas, en Bolivia Wara y me faltan varios más, pero parece que en México habían dejado el folcklore de lado, a pesar de su basta riqueza en eso del rock experimental. Así es que alternando las voces entre Aguilera y Álvarez, formaron un disco disfrutable a pesar de su austera producción, con arreglos muy bien armados que los acercan muchos a lo que llamamos como "rock progresivo" pero quizás sin su riqueza rítmica.

Aquí hay una descripción más completa de este disco que es toda una reliquia imposible de conseguir y que tenemos ahora en el blog cabezón gracias a Eduardo, que se merece un premio por esto!
El hijo único de la banda que NO fue: Sangre Asteka (1991)
Entre los discos míticos del rock mexicano bien se puede contar el debut homónimo de Sangre Azteca. Mítico por varias razones; la primera se refiere a que fue una producción que marco senderos que a la postre, serian sumamente transitados. El, hoy en día tan explotado, binomio de acordeón y guitarra eléctrica en el rock mexicano tiene una deuda enorme con la dupla conformada por Humberto Álvarez y José Manuel Aguilera (acordeonista y guitarrista respectivamente). Además de su característico, novato y primigenio sonido, el disco debut de Sangre Asteka es una pieza importante para entender la evolución del buen Aguilera y su barranqueño sonido. Para los que somos fanáticos de la música que emana y hace eco en La Barranca, es muy grato y sorprendente escuchar en vivo una rola como Tonantzin, (parte del disco Sangre Asteka).
Otra buena razón que hace de esta producción un objeto de culto, y que aunque respaldada por lo musical, obedece más a ese espíritu del coleccionista, es que el disco fue editado una sola vez y desde ahí ya no ha vuelto a aparecer. Urge una re-edición delux de esas que abundan en los catálogos extranjeros, y que por desgracia brillan por su ausencia en el rock nacional… ¿dónde están las disqueras cuando se les necesita? ¿Is there anybody out there… out there..?
Es curioso que aun hoy, en plena crisis del disco y de los formatos físicos en general, las discográficas nacionales no se den cuenta del potencial comercial que tiene la veta de las re-ediciones. Si bien es cierto que los llamados clásicos nunca dejan de estar disponibles en las tiendas, estos productos son meras re-impresiones (copias a la calca) que no ofrecen nada nuevo al escucha. Mientras en el extranjero aparecen varias re-ediciones con material interesante a la semana, aquí no sucede así.
Dentro de las páginas que dan cuerpo al libro La vida en la Barranca de David Cortés hay un capitulo (pág. 31- 44) dedicado a trazar el contexto en que se gestó el disco Sangre Asteka. En dicho capítulo el autor nos dice que Humberto Álvarez y José Manuel Aguilera se conocieron por medio del baterista César “Perico Calderón; quien era compañero de Álvarez en el grupo Música y Contracultura (MCC). Después de esta presentación José Manuel y Humberto se toparon en una exposición, y fue ahí donde se comenzó a hablar de la posibilidad de crear música juntos. Humberto Álvarez ya tenia experiencia dentro del estudio de grabación, ya que unos años atrás se había encargado de tocar los teclados en el disco de la banda Casino Shanghai. Por su parte José Manuel Aguilera tenía dentro de su currículum vitae, el haber sido parte de bandas como El Fracaso (que en su nombre llevaba su penitencia) y del trío Fragmentos. Ninguna de las dos bandas logró dejar algún disco como evidencia de su existencia. Entre la dupla de Álvarez y Aguilera, este último era el novato.
David Cortés hace ver como, paradójicamente, el arribo de José Manuel Aguilera se dio en el momento en que Sangre Asteka estaba por disolverse, pero al mismo tiempo, la llegada del novel guitarrista daría el suficiente impulso como para que la agrupación pudiera sacar un único disco a la luz. Ya con un disco bajo el brazo Sangre Asteka dejaría de existir. La historia de Sangre Asteka bien podría titularse “La banda que no fue”. Renació rápidamente para morir de manera fugaz y dejar tras de sí un hermoso cadáver.
Esta intermitencia en la vida de Sangre Asteka se ve de manera más clara cuando se pasa lista a los integrantes que pasaron por sus filas: en primer lugar tenemos que nombrar al amo y señor del nombre y concepto del grupo: Humberto Álvarez. Después debemos darle su merecido lugar al que impulsó y mucho ayudó a crear ese sonido tan distintivo y arriesgado de Sangre Asteka; me refiero a José Manuel Aguilera. Estos dos tipos fueron la base “fija” de aquella banda, pero entre su nómina también se cuentan a los bateristas Tizoc Briceño, Federico Luna, Bola Domene y Julio Morán, a los bajistas Lorenzo “El Pollo” Lagrava, Federico Fong y Daniel Soberanes; la novia de este último, Alda Reuter toco las percusiones durante un tiempo y a Ron Barlett, quien aunque era un músico de estudio en San Diego, terminó por tocar la batería durante la grabación del disco debut.
Grabado en los recién fundados estudios Signatura Sound (propiedad de Luis Arteaga, otro Fracasado como Aguilera) durante Abril y Junio de 1990, teniendo como base la música y las letras de Álvarez y Aguilera (cuatro canciones del acordeonista, tres del guitarrista y cuatro firmadas a la par), y como acompañamiento la batería de Daniel Soberanes, las percusiones de Alda Reuter y la batería del músico de estudio Ron Barlett , Sangre Asteka (el disco) vio la luz en 1991 (¿o en 1990?).
En el libro La vida en la Barranca David Cortés habla de que la producción fue editada en 1991 por la disquera Opción Sónica, mientras que en el Catálogo subjetivo y segregacionista del Rock Mexicano Antonio Malacara Palacios le pone fecha de 1990 y además lo pone dentro del catálogo de la disquera independiente Lejos del paraíso; aunque afirma que sólo apareció en formato de CD.
Por mi parte puedo decir que yo tengo el debut de Sangre Asteka en formato de casete y viene etiquetado como parte del catálogo de Lejos de paraíso (código CGLP 011 – 1991) Además de la confusión de fechas y disqueras, tanto David Cortés como Malacara Palacios citan un tracklist que difiere de la presentación en casete que yo tengo. Esto me hace pensar que tanto Cortes como Malacara citan la versión en CD aunque uno la atribuya a la disquera Opcion Sónica y otro a Lejos del paraíso (el primero dice que del 91´, el segundo que del 90´) En lo personal (sobre todo por las fechas de grabación) me inclino más a pensar que la primera edición de Sangre Asteka debió de lanzarla Lejos del paraíso en CD y en casete en 1991 (y no en 1990 como lo dice Antonio Malacara) para después ser re-lanzada por Opción Sónica, una disquera con un poco más de presencia comercial.
El tracklist del Cd es: Cuauhtemoc, Hay otros mundos, La resistencia, Basta ya, Como se cura, Cholos, Tonatzin, Inesperado, Nos armaron de valor, Al ras y cierra con Polca chilanga.
Por su parte el casete avanza de la siguiente manera:
Lado A:
Cuauhtemóc, Hay otros mundos, Como se cura, Basta ya, Tonantzin.
Lado B:
Nos armaron de valor, Cholos, La resistencia, Polca chilanga, Inesperado, Al ras.
Para cuando el disco homónimo de Sangre Asteka estuvo rodando en las calles, la banda prácticamente ya no existía. Después de una fugaz participación de Federico Fong en el bajo, se reunió una última formación con Daniel Soberanes, Alda Reuter y el baterista Julio Morán, para sacar adelante algunos compromisos; después de eso ya no hubo nada más. Sobre los motivos de la ruptura, además de la poca cohesión en sus miembros, David Cortés cita a José Manuel Aguilera:
Pero la situación se vuelve insostenible y finalmente desaparece la banda, dejando como legado un disco: “Las condiciones externas siempre pesan en este país porque no están diseñadas para alentar la existencia ni de los grupos, ni de la música, ni de los músicos. En el caso de Sangre Asteka había dos problemas, uno de índole personal y otro musical, que finalmente fueron irreconciliables. De un lado, Humberto ya no quería vivir aquí, lo cual complicaba mucho la situación, incluso ya no quería tocar, concretamente no quería tocar rock, que esa era la otra parte irresoluble del conflicto, yo sí quería seguir tocando rock, quería seguir haciendo música, quería seguir en la onda de hacer una banda” (pág. 43 – 44)
Humberto Álvarez ya no quería tocar rock, y de hecho no lo hizo; por el contrario se fue por una vertiente totalmente ajena al sonido de lo eléctrico. Se enfrascó en una búsqueda que lo llevó a descubrir la Sonoterapia. En su página oficial http://humbertoalvarez.com/ nos da una pequeña muestra del fascinante trabajo que realiza en estos momentos, trabajo que lo mismo abarca música, poemas, talleres y cursos.
Por su parte José Manuel Aguilera quería formar una banda y en el camino para lograrlo dejó un legado de excelente música repartida entre distintos proyectos y en varios discos como Odio Fonky. Tomas de buró, el Rain of Fire del multicultural Nine Rain y el Equilibrio de los Jaguares. Para entender la propuesta de La Barranca hay que pasar revista a todos estos discos, pero igual de importante es escuchar atentamente la propuesta, un tanto amateur tanto en grabación como en ejecución, del debut homónimo de Sangre Asteka.

Un muy buen disco que los invito a conocer, algo realmente muy raro de conseguir y que Eduardo nos lo trae para compartirlo con todos ustedes. Salud! Y larga vida al blog! Y que siga la gesta mexicana en el blog cabezón!!!
Lista de Temas:
1. Cuauhtemoc
2. Hay otros mundos
3. La resistencia
4. Basta ya
5. Cómo se cura
6. Tonantzin
7. Inesperado
8. Nos armaron de valor
9. Al ras
10. Polña chilanga

Alineación:
- Daniel Soberanes / bajo
- Alda Reuter / huehuetl, concha de tortuga, coyollis y percusiones latinas
- Ron Bartlett / batería
- Humberto Álvarez / voz, acordeón y piano
- José Manuel Aguilera / voz, guitarra eléctrica y acústica