La sangre encebollada no tiene porqué llevar patatas fritas ni huevos, pero es así como le gustaba a mi padre, la combinación es muy equilibrada en sabores.Aunque este plato es un revuelto, no son los huevos los protagonista, ya que están presentes pero no destacan, además el punto debe ser jugoso, pero cuajado, aquí no vale un revuelto líquido, ni poco hecho, porque el aspecto y la textura del plato, no serían el adecuado.La patata aunque frita y ligeramente dorada, debe tener un punto tierno en el centro, lo que conocemos como patatas fritas pochadas, son ese tipo de patatas con un corte que está entre grueso y fino, que se fríen en abundante aceite no muy caliente, sin remover para que no se hagan puré y cuando están blandas se sacan, se dejan escurrir, terminando de dorarlas en aceite muy caliente durante un minuto justo antes de servirlas.
_ 500 grs de sangre de pollo cocida
_ 1 y 1/2 de cebolla
_ 750 grs de patatas( 4 o 5 unidades)
_ 5 huevos
_ Aceite de oliva
_ Sal
Pelamos y levamos las patatas. Cortamos a cuartos y estos en láminas, enjuagamos bajo el grifo y escurrimos bien.