Santa Agripina

Por Santos

Pregunta: Oye Mel, ¿sabes si esta santa es mártir? Suecia

Respuesta: Sí que lo es. Santa Agripina, virgen y mártir (23 de junio) cuyo nombre es por cierto de ilustre memoria en la antigua onomástica romana, es una santa que veneran por igual cristianos católicos y ortodoxos, pero de la que realmente se sabe más bien poco.

La tradición, que no merece credibilidad histórica, nos habla de una mujer de noble abolengo que había consagrado su virginidad a Cristo y vivía recluida en su casa, pero realizando obras de caridad con todos los que llamaban a su puerta. Durante la persecución de Valeriano (257-260), escandalizada por las matanzas de cristianos, pidió una audiencia con el emperador y por ser de ilustre familia se la concedieron. Llevada ante Valeriano le recriminó duramente su proceder con la comunidad cristiana e instándole a convertirse si no quería ir al fuego eterno junto con sus dioses. Cuando el césar le impelió a sacrificar, ella se negó rotundamente, por lo que mandó castigarla. Fue severamente apaleada y le rompieron varios huesos, tras lo cual la encadenaron en la cárcel.

Tras varias sesiones semejantes, acabó por morir, en la celda o en el tormento; y tres jóvenes piadosas, Paula, Basa y Agatónica, tomaron su cadáver y lo llevaron a la basílica de San Pablo, donde fue enterrada. Posteriormente un monje la desenterró y trasladó a Sicilia, donde fue recibida por San Gregorio de Agrigento, quien la trasladó a la ciudad de Mineo. En tiempos de Constantino, un al Severino, obispo de Catania, le levantó una iglesia. En el siglo XI sus reliquias fueron desenterradas y llevadas a Constantinopla para protegerlas de la profanación de la piratería turca.

Esto es lo que dice la tradición. Ahora bien, ¿qué sabemos de la Agripina histórica? Ciertamente no hay que fiarse de la passio porque ésta fue escrita en el siglo VIII y es, por tanto, considerablemente posterior a la fecha de su martirio. Es por eso que el Laconi dice que esta historia es poco verosímil; sin embargo, tiene puntos de verdad: las buenas relaciones entre los monjes basilianos griegos de Sicilia con los de Roma, que San Gregorio fue obispo de Agrigento, pero en el siglo VII-VIII y no en tiempos de Constantino. En cuanto al tal Severo –que no Severino- sí fue obispo de Catania, pero también en el siglo VII. Para explicar la popularidad de la santa, el hagiógrafo Papebrochio determinó que la traslación de las reliquias sería más tardía, pero no hay prueba de ello.

En conclusión: muy probablemente Santa Agripina es una santa histórica, cuya existencia y martirio es real, pero de la que no se sabe con certeza cómo fue martirizada. Es patrona de la ciudad de Mineo (en la imagen) y de los emigrantes de esta ciudad en el barrio de North’s End en Boston (EEUU) donde a fecha de hoy siguen celebrándole fiesta. Es protectora de los leprosos y de las víctimas de la tortura –por su martirio- y se la invoca contra los malos espíritus y tempestades. Su iconografía consiste en una pequeña torre sobre un libro, una cruz y la cabeza del césar Valeriano a sus pies.

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