Se trata de un relieve fechado entre los años 1252 y 1286 (siglo XIII), realizado en mármol blanco, perteneciente a la colección Ars Casacuberta Marsans. Formó parte de la exposición temporal “Alfonso X, el legado de un rey precursor”, que tuvo lugar en el Museo de Santa Cruz, de Toledo, en 2022. Se cumplían los 800 años del nacimiento de este rey que nació el día 23 de noviembre de 1221, precisamente en la ciudad de Toledo.
La obra, de excelente calidad, carece de su mitad derecha. El relato hagiográfico y martirial se articula con una composición meditada, inédita en la escultura aúlica castellana, pero con paralelismos en las Cantigas (El Escorial, T1, fol. 155v) o el Libro de axedrez, dados e tablas (El Escorial, T. I.6, folio 1r). La bordura con castillos, leones y águilas sólo puede corresponder a la conjugación heráldica de Castilla y León y Suabia. A tenor de los tres emblemas, según Gerardo Boto Varela, la promoción de esta pieza devocional -sin indicios de una originaria función sepulcral- sólo puede atribuirse a Alfonso X el Sabio (con referentes como su tercer cojín mortuorio: exterior del ataúd de su madre, ya en Sevilla) o a su hermana la infanta Berenguela (cubierta de su sepulcro en Las Huelgas, muerta en 1286).
Podemos ver aquí (B/N) el ataúd de Beatriz de Suabia (ahora en la Catedral de Sevilla). En cuanto al segundo, tenéis una foto de dicho sepulcro en la página de Wikipedia correspondiente a esta hermana del rey sabio:
En la otra vertiente de la tapa del sepulcro aparecen colocados diferenten escudos en los que aparecen leones, castillos y águilas, emblema este último de la Casa de Hohenstaufen, a la que pertenecía la madre de la infanta, la reina Beatriz de Suabia.
Sobre el rey Alfonso X, podéis leer anteriores entradas: aquí y aquí.
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