San Amando (6 de febrero) aconsejó entonces a Rictrudis que tomara el velo monástico, cosa que hizo ella junto a sus dos hijas mayores Clotsindis y Adalsindis, en el monasterio de Marchiennes, diócesis de Bauvais, el cual junto a su marido había fundado. Eusoye quedó al cuidado de Santa Gertrudis (6 de diciembre), su abuela materna y a la sazón, abadesa del cercano monasterio de Hamage (a 500 pasos). La abuela murió cuando Eusoye tenía 12 años, y no sabemos si ya había tomado el hábito monástico, pero es probable que sí, pues a los 12 ya se consideraban a las mujeres aptas para el matrimonio o la vida religiosa.
La leyenda cuenta que, como era muy niña, su madre la llevó consigo a Marchiennes, pero Eusebia cada noche se transportaba milagrosamente a Hamage, donde tocaba la campanilla y las puertas del monasterio se abrían solas, para que pudiera entrar y pasar la noche en oración. Una noche la sorprendió su hermano San Maroncio y pensando se había escapado, pretendió pegarle con su vara, pero esta se partió en dos antes de tocar a la niña. Visto este portento, Rictrudis dejó que la niña regresara a Hamage, como se veía era voluntad de Dios. Allí fue Eusoye una religiosa ejemplar, pronta para la obediencia, la oración y el trabajo. La leyenda igualmente dice que a los 13 años ya fue elegida abadesa, y que llevó al monasterio a su culmen de piedad y sabiduría. No hay que exagerar, probablemente fue elegida mucho después.
A los 10 años de abadesa, falleció el 16 de marzo de 670, luego que Dios le revelara el día y la hora. Fue sepultada en Hamage, y pronto su sepulcro se hizo famoso por los milagros que la santa dispensaba a los que la invocaban. El 18 de noviembre de 686 se consagró una nueva iglesia abacial y las reliquias fueron elevadas solemnemente. Sobre 690 su nombre fue inscrito entre los santos de la diócesis, aunque luego sus reliquias se trasladaron a Marchiennes en el siglo X, por miedo a las invasiones normandas. De hecho saquearon la abadía en una incursión. Por las necesidades pasadas por las monjas de Marchiennes, el relicario fue vendido y las reliquias pasadas a un arca de madera. En 1133 los monjes (el monasterio pasó a ser masculino en el siglo XI) las pusieron en un nuevo y hermoso relicario de plata. En 1793 se trasladaron nuevamente a París por miedo a los revolucionarios. En el arzobispado de esta ciudad se conservaron hasta el 19 de julio de 1830, cuando este edificio fue incendiado y saqueado. Sin embargo, su culto en Hamay perduró y aún existe, siendo la patrona de la iglesia parroquial. Se le invoca como abogada para lograr embarazos y llegar a buen parto.
Fuentes:
-"Vie des saints du diocèse de Beauvais". Abbé AGATHON SABATIER. Beauvais, 1866.
-http://sainte-eusoye.fr
A 16 de marzo además se celebra San Heriberto de Colonia, obispo.