Santa Godebertis de Noyon

Por Santos1
Tenían los padres de esta joven unos ambiciosos planes para ella. Pero cuando Dios no quiere, no hay santo que ruegue.

Imagen en la Catedral
de Noyon.

Santa Godebertis de Noyon, virgen. 11 de abril y 3 de junio (traslación de las reliquias).
Era Godebertis hija de nobles, natural de Boves y nació sobre 640. Desde niña fue piadosa y caritativa. Sus padres eran buenos cristianos y la alentaban a su vida de piedad. Cuando llegó a la edad apropiada, sus padres le buscaron un buen partido para lograr un matrimonio como su hija merecía. Pero ella había hecho un voto de visginidad desde pequeña, y aunque no pensaba romperlo, le apenaba contradecir a sus padres.
Para su bendición, en el momento en que sus padres le contaron sus planes, estaba presente San Eloy Obispo (1 de diciembre), que conocía por revelación lo que pasaba en el corazón de la chica. Así que se levantó, se quitó su anillo episcopal y poniéndolo en el dedo de Godebertis, dijo a sus padres: "Es inútil tratar de matrimonio con esta virgen, porque ella está ya desposada con el Hijo de Dios", -y volviéndose a la joven le preguntó -  "¿no es verdad esto, hija mía?". -"" - respondió Godebertis - "no deseo más que eso, no quiero más Esposo que Jesucristo, el Esposo de las vírgenes". Ante tal resolución, los padres no pudieron más que apoyarle y abandonar sus planes de matrimonio.
El rey Clotario II tenía un castillo en Noyon, con un bello oratorio dedicado a Santa Genoveva, y conociendo la historia, lo donó a Eloy, para que pudiera cumplir los deseos de Godebertis de consagrarse a Cristo. Allí Eloy le impuso el velo de las vírgenes, junto a doce compañeras en 657. Para todas escribió una Regla, en la que combinaban la oración y la caridad, acogiendo a pobres, enfermos y peregrinos. Ya en vida fue ganando fama de santa mujer, por su consejo y don de milagros. Durante una epidemia de peste, pidió al clero hiciera tres días de ayuno y penitencia y aunque al principio no fue obedecida, cuando los sacerdotes cumplieron, la enfermedad cesó. Asimismo se nos dice que detuvo incendios, sanó enfermos y ciegos

Reliquias de la santa
en la Catedral de Noyon.

En el monasterio vivió una vida entregada a Dios hasta entre 690-700, cuando entró a las bodas eternas con el Esposo. Su culto comenzó muy pronto, y su tumba y reliquias fueron meta de peregrinación y fuente de milagros. Sus reliquias permanecieron en el monasterio hasta que en 1504 se le construyó un bello relicario de plata, luego de aplacar una epidemia en la ciudad, y se le trasladó solemnemente a la catedral de Noyon, donde permanece, menos una mano que fue regalada al rey Luis XIII en 1640 y que se perdió en la Revolución Francesa. Se le invoca contra las epidemias, la sequía y los dolores articulares.

Fuentes:
-"Dix mille saints: dictionnaire hagiographique." MARCEL STROOBENTS (trad.). A. Sigier, 1991.