SANTA ROSA PINTADA POR Daniel Vázquez Díaz

Por Joseantoniobenito

SANTA ROSA TRANSFIGURADA POR EL PINTOR VÁZQUEZ DÍAZ Y EL POETA ADRIANO DEL VALLE

Se acerca el cuarto centenario de nuestra Rosa de Lima y hay que disponerse para celebrarlo como quien es, la peruana más universal, la primera santa y patrona de América.

De momento quiero compartirles mi reciente "descubrimiento", el artículo del poeta y crítico de arte Adriano del Valle (1895-1957) "La Santa Rosa del pintor Vázquez Díaz" publicado en la "Revista de Indias" (Sevilla, 1946, pp. 115-118). De la contemplación del rostro logrado por el artista, junto con la descripción literaria, nos quedamos con una imagen más real y sublime de la Santa, la joven enamorada de Cristo, en su vía crucis, sí, en su "polvo", pero sublimada por el amor, preludiando la gloria de la resurrección.   

El artista Daniel Vázquez Díaz (Nerva, Huelva, 15 de enero de 1882 – Madrid, 17 de marzo de 1969) fue una de las figuras más representativas del panorama artístico español de la primera mitad del siglo XX, a caballo entre el realismo y el cubismo,  retratista y paisajista sobresaliente, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, considerado como el pintor de la Hispanidad y mundialmente famoso por  las pinturas murales sobre el descubrimiento de América del Monasterio de Santa María de la Rábida, así como numerosos retratos de personajes históricos como el dedicado a  nuestra Santa Rosa de Lima en el año 1945.

Ha querido el pintor transfigurar la penitencia de la santa. De este modo, la corona de espinas aparece "en el otoño de su esqueje, suscitándonos el recuerdo de unas rosas que hubiesen sido descarnadas del olor florentísimo de sus corolas al deshojarse en el viento sobre la humildad de aquella mestiza de alma virgínea que ascendió al cielo por la escala de un santoral católico, más allá de la Cruz del Sur" (p.115)

Rosa aparece esbelta, airosa, encarnando la frase que recoge el Catecismo de la Iglesia Católica: "No conozco otra escalera para subir al Cielo que la cruz". Como describe el poeta, la Santa "se alza transfigurada bajo el halo de una fe que tira de ella hacia el cielo, iluminándola interiormente". Recordando el primitivo cuadro post mortem de Angelino Medoro, valora la proeza del pintor que "ha podido reanimar la efigie que en Medoro no fue más que materia inerte, representación plástica de un tránsito que aspiraba a alcanzar la gloria eterna en ese rompimiento de luz divina que amanece a la diestra de Dios. Daniel Vázquez Díaz ha sido quien, apenas si con sus prodigiosos pinceles y con ese toque de color ascético, frío y soberbio, pudo repetirle plásticamente a la espectral aparición de Santa Rosa, las palabras de la Sagrada Escritura: ´Levántate y anda`. Y así también se pudo cumplir el designio de que Vázquez Díaz recibiese de américa, de las manos de nuestro sabio Padre Getino, la efigie de la Santa, como si se hubiese cumplido el periplo, ahora oceánico, de aquel otro santo que anduvo sobre las aguas haciendo un bajel con su sayal sobre las olas mediterráneas. Y nos imaginamos cómo hizo Santa Rosa su travesía atlántica. Vientos ásperos, alisios dulces y blandos, en viaje de ida y vuelta hacia la Cruz del Sur…Aquí está ofrecida la sangre del joven continente americano en una celeste transfusión para l sangre antigua de nuestros primeros santos, de los que ganaron la palma del martirio en los anfiteatros del tiempo de los Césares romanos…Y en esta transfiguración de una raza autóctona en el cielo ecuménico de la catolicidad, nadie pudo loar a Santa Rosa con la potencia creadora de una paleta universal como lo hizo con la suya Daniel Vázquez Díaz, pintor cuya fama está proyectada hacia el provenir y el destino de la progenie ibérica" (p.118)

 José Antonio Benito