El Museo de Santa Sofía se considera la obra mas grande y sagrada de la época Bizantina (construida durante el mandato de Justiniano entre los años 532 y 537 y es una de las obras maestras del arte bizantino.) Hoy en día esta visitada como museo por numerosos turistas que contemplan maravillados esta gran obra maestra. Aya Sofía fue utilizada como iglesia durante 916 años, desde su construcción en el año 537 hasta el día de la conquista de Estambul en 1453. Desde esa fecha hasta 1934, durante 481 años, se utilizó como mezquita. Después de pasar una restauración completa por orden de Mustafa Kemal Ataturk, fundador de la republica Turca, en febrero de 1935, fue inaugurada como museo.
Entre 1204 y 1261, Santa Sofía fue la iglesia del Papa. En 1453 fue tomada por el Imperio Otomano y convertida en mezquita. Los otomanos dotaron a la iglesia de cuatro minaretes, una escuela teológica y un comedor público. En 1935, Atatürk transformó el templo en un museo.
El interior de Santa Sofía es sobrecogedor: las dimensiones de la sala principal (70 por 74 metros), la iluminación difusa, los enormes medallones decorativos y las columnas monolíticas te dejarán con la boca abierta.
Además de mosaicos, en la segunda planta también se encuentra la tumba de Enrique Dándolo, duque veneciano que murió en Constantinopla en 1205.
Santa Sofía es una de esas maravillas que visitas y te quedas con la boca abierta, por su majestuosidad, el respeto de impone, porque ha pasado muchas etapas diferentes, diferentes religiones, realmente te sientes muy chiquitita dentro de ella. Es una gran maravilla para visitar