Nº de páginas: 240 págs.Encuadernación: Tapa blandaAño de publicación: 2012 Editorial: PLANETA Lengua: CASTELLANOISBN: 9788408009610
El escritor valenciano nacido en 1967, famoso por relatos históricos como las dos trilogías que sitúa en Roma: una en torno a la figura de Escipión el Africano ("Africanus: el hijo del cónsul", "Las legiones malditas" y "La traición de Roma") y otra sobre el emperador Trajano ("Los asesinos del emperador", "Circo Máximo" y "La legión perdida"), cuenta en esta colección de 25 breves artículos anécdotas sobre escritores (Dostoyevski o Jane Austen, por ejemplo), circunstancias que acompañaron el nacimiento de algunas obras señeras ("El Quijote" de Cervantes o"Frankestein" de Mary Shelley, entre otras), enigmas que sobrevuelan el mundo literario (¿existió Shakespeare?, ¿por qué ciertos servicios secretos como el KGB persiguieron ciertas obras?, ¿la Inquisición fue burlada por alguien?, ¿qué fue de Antoine de Saint d'Exupery?...), cuestiones tan curiosas como a quién se le ocurrió aplicar en las biliotecas la ordenación alfabética, o si hubo algún escritor español que rehuyera el nombramiento de académico, etc., etc.
También aparecen asuntos como el del negro literario, el del autor que se enamora de su secretaria, el de las relaciones de la literatura con otras artes como la música, los diversos soportes (pergamino, papel, ebook...), autores de novela negra y asesinos, editores y libros rechazados que luego fueron rotundos éxitos, manuscritos perdidos, etc.
Una última cuestión antes de finalizar: el título. Desde luego todo un acierto comercial pensado para llamar la atención del aficionado a husmear por las mesas de novedades de las librerías. Corresponde el mismo al de uno de los artículos (el sexto o el séptimo) de los que aparecen en el volumen. Es una frase brillante, sorprendente, potente, salida de la aguda mente de un escritor, de un literato como es Santiago Posteguillo.
Un libro de curiosidades literarias muy entretenido que muchos de vosotros habréis leído pues lleva escrito cinco años. ¿Lo conocíais?