Santiago rusiñol

Por Patriciaelballetdelaspalabras
 Nació en Barcelona dentro de una familia de industriales en 1861.  Tomó clases de la mano del acuarelista Tomás Moragas.
En 1884 expuso en la Sala Parés de Barcelona  con Casas y E. Clarassó, con quienes lo haría habitualmente hasta 1831, fecha de su muerte. Junto con Casas, Utrillo y Enrique Clarassó, Rusiñol marcha a París, donde pintó retratos, interiores, patios y paisajes: Patio de Mantmartre, Cabaratra de La Galette.

Patio de Mantmartre, Santiago Rusiñol


En 1894 inauguró su casa-museo del<< Cou Ferrat>>, así llamada por la afición de Rusiñol por el hierro forjado, y en Barcelona estuvo entre los fundadores del cenáculo modernista de <<Els quatre gats>>. Cautivado por la luz del Mediterráneo, su producción de Sitges presenta una paleta más clara y colorido de mayor viveza: La nena de la clavellina, Figura Femenina.

La nena de la clavelilla, Santiago Rusiñol


Figura femenina, Santiago Rusiñol


En 1894 viajó a Italia y se interesó por los pintores trecentistas y por Botticelli. Influido por los prerrafaelistas derivó hacía el simbolismo (Alegoría de la Poesía), y entre 1896 y 1897 hacía obras de tipo místico: Éxtasis de un novicio.

Alegoría de la Poesía, Santiago Rusiñol


En la segunda mitad de su vida se centró en la temática de los jardines y paisajes, que pintó en sus numerosos viajes a Mallorca, Valencia, Granada y Aranjuez: Jardín de Aranjuez.

Jardines de Arnajuez, Santiago  Rusiñol


Estéticamente, Rusiñol recibe la influencia del Impresionismo y del Modernismo. Tras su etapa parisina, bajo la proyección de las obras de Manet y Degas, crea algunas de sus mejores obras como En el Café, en tonos oscuros con toques de color, o sus paisajes mallorquines, recogiendo la luminosidad mediterránea de la Baleares. Realiza exploraciones cromáticas como en El Patio Azul, donde dominan el azul y el amarillo (influencia impresionista). Debe su fama a la pintura de jardines y paisajes de Granada, Sevilla y Aranjuez.

En el café, Santiago Rusiñol


El patio azul, Santiago Rusiñol


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