Un día después de haber sido saboteado, durante la carrera de los Héroes en Bogotá, el presidente Juan Manuel Santos volvió a evidenciar el rechazo que hay en algún sector de la sociedad a su Gobierno.
El domingo, en la competencia organizada para rendir homenaje a los soldados víctimas del conflicto, los pitos de la gente interrumpieron el discurso del mandatario. Una reacción que estuvo motivada en la muerte de once militares en el Cauca, a manos de las FARC.
Apenas 24 horas más tarde, el presidente volvió a recibir un desplante. A su llegada a Medellín, para participar en la Asamblea general de Proantioquia, un grupo no muy numeroso, pero sí muy ruidoso, esperaron al mandatario desde el medio día y con sonidos de vuvuzelas acompañaron su ingreso a la sede, pocos minutos antes de las tres de la tarde.
Algunos de los manifestantes con gritos y carteles, exigían del gobernante respeto a las fuerzas militares. Santos atraviesa días complicados, y como nunca antes en su gobierno, los ciudadanos así se lo hacen sentir.