Santos Juliá.Transición.Historia de una política española
(1937-2017)Galaxia Gutenberg. Madrid, 2017.
“La Transición, pensaba Juan J. Linz en 1996, es ya historia, no algo que sea objeto de debate o lucha política; es objeto científico, añadía, con el riesgo de que los que no la vivieron la ignoren, la consideren algo obvio, no problemático. Escrita esta reflexión poco antes de la llegada, por vez primera, del Partido Popular al Gobierno, estaba lejos el profesor Linz de pensar que lo que en aquel momento se daba ya como historia, como pasado, recuperase diez años después un lugar central en el debate político, crecientemente crispado a medida que avanzaba el nuevo siglo, hasta tal punto que diez años después de que Linz, y muchos con él, consideráramos la Transición como historia, hablar en España del proceso de transición de la dictadura a la democracia era hablar de política tanto como o más que de historia. Y hoy, cuando ya ha transcurrido otra década y nuevos movimientos sociales y nuevas fuerzas políticas han irrumpido en la calle y en las instituciones, los términos se han invertido por completo: hablar en estos últimos años de la Transición es hablar de política mucho más que de historia; o mejor: cuando se aparenta hablar de historia, lo que se hace cada vez con mayor frecuencia es un uso del pasado al servicio de intereses o proyectos políticos o culturales del presente.”
Con ese párrafo abre Santos Juliá la Introducción a su monumental ensayoTransición. Historia de una política española (1937-2017) que publica Galaxia Gutenberg.
Historia y política reunidas en seiscientas cincuenta páginas que tienen como hilo conductor el concepto de transición, que utilizó por primera vez Azaña en 1937 y que en un sentido distinto acabó designando un periodo muy concreto de la historia contemporánea española: el que se extiende desde el momento en el que Suárez convoca las primeras elecciones desde la guerra civil y firma el decreto de amnistía hasta que se aprueba la Constitución del 78.
Pero Santos Juliá abre el campo de análisis y aborda ochenta años de historia que se cierran con las sesiones secesionistas de los días 6 y 7 de septiembre de 2017 en el Parlamento de Cataluña. Ochenta años en los que el concepto de transición se ha ido matizando, desde la voluntad de cerrar las heridas de la guerra con una paz sin vencedores ni vencidos a un proceso de demolición del franquismo y sus estructuras para pasar de la dictadura a la democracia de forma pactada y pacífica.
Y en torno a ese eje central Santos Juliá analiza una historia política marcada por el diálogo temprano entre monárquicos y socialistas, por el concepto de reconciliación nacional, el contubernio de Múnich o los últimos años del franquismo antes de que la libertad, la amnistía y los estatutos de autonomía sirvieran de base a un proceso constituyente integrador que ha sido cuestionado recientemente por los nacionalismos y los populismos. Porque no sólo ha ido variando el concepto de transición. Ha habido también un cambio en la percepción política y en el uso de ese término: desde la idea de la transición como horizonte durante el franquismo a la sacralización acrítica y excesivamente idealizada y de ahí a una mirada crítica descalificadora que tampoco parece muy justa.
En todo caso, este volumen ofrece un análisis riguroso y lúcido del largo viaje hacia la reconciliación a través de años de diálogos, pactos y consensos conseguidos a base de tensiones y prudencia, de audacia y temores, de memoria y desmemoria en torno a los distintos planes de transición, una palabra cuyo campo semántico ha ido ampliando su extensión para incluir en su contenido ideas como las libertades, la amnistía, la reconciliación nacional, la democracia, el proceso constituyente.
Santos Domínguez