Saporem cocina de autor en el Barrio de las Letras

Por Ma. Emilia Méndez Luciano @cafeculinario

Saporem se suma a la lista de restaurantes nuevos y de moda que suelen estar en boca de muchos y en los que es casi imposible conseguir sitio. Con la idea de probar el lugar mencionado por varias amistades, nos acercamos, sin saber con lo que nos íbamos a encontrar. La experiencia visitando este tipo de locales es que suelen tener muy buen ambiente, pero en el mejor de los casos la comida es normalita o aceptable.

Para nuestra sorpresa Saporem es una excepción. Desde que entras hasta que sales a este “restobar” (manera coloquial con la que llaman un restaurante-bar) te sientes muy atraído por el ambiente que allí se respira. Los camareros y el resto del personal son muy agradables; todos saludan, sonríen y te atienden con mucha amabilidad. Asimismo los tiempos de las mesas corren como es debido, cosa que se agradece mucho, cuando se están compartiendo platos, que es exactamente, la oferta de este local; platos para compartir.

Pero además este local es bonito, muy bonito; salón muy iluminado con lucecitas y velas. Destacan las mesas en madera y las paredes empapeladas con papel de periódico. Sillas disparejas y lámparas colgantes de mimbre, forman el resto de la decoración. Su patio interno (abierto cuando hay buen tiempo y cerrado cuando no) verde, muy verde, con más maderas y sillas de aluminio. Un espacio en el que se respira paz y que en las noches sirve como escenario de pequeños conciertos de jazz, bossa nova y soul.

Pero vamos a la “chicha” que es lo que nos interesa, los sabores y aromas de Saporem. Su carta variada, fresca e innovadora en la que su chef César Galán nos trae platos de cocina de autor a precios razonables y dándole ese toque “chic” que se espera de un restaurante ubicado en el Barrio de Las Letras. Parrillada de trigueros con lascas de jamón, crema de zanahoria, ensalada de pollo, rollitos de pollo, mango, salsa de pepino y menta, cocotte de puerro, carpaccio de solomillo con queso de oveja, nachos cheese-bacon con guacamole; por mencionar algunos.

tartar de atún

huevo, cebolla caramelizada y foie sobre un pasiego

Nos dejamos recomendar por la camarera y comenzamos por el tataki de atún; el pescado fresco como debe ser y perfectamente combinado con las algas, alfalfa y salsa de soja. Un tataki que no tiene nada que envidiarle a uno en un restaurante asiático de calidad.

 Continuamos con un plato, que nos llamo la atención por lo diferente que es, en el que el protagonista es un pasiego (bollo cantabro) que sirve de base a una torre compuesta de huevo, foie y cebolla caramelizada. El resultado una explosión de sabores dulces y salados muy agradable en boca.

steak tartar picante

Como tercer plato degustamos el steak tartar picante, que para mí gusto carecía de picante, pero que en sabor estaba muy correcto. Luego finalizamos con un pulpo a la brasa sobre una cama de puré de patatas. El pulpo en su punto, sabroso y con el toque de sal y pimentón ideal para poder apreciar los sabores del molusco. Todo los platos muy bien acompañamos con una  sangría de la casa, que preparan con frutas, tinto y cava.

pulpo a la brasa

Definitivamente un lugar para repetir, excelente opción para una velada con amistades o en pareja. Buen ambiente, servicio de excelencia y una cocina atractiva, sin arruinarte el bolsillo.

  • Bar de tapas y restaurante: Desayuno, almuerzo y cena.
  • Calle Ventura de la Vega, 5
  • Horario: De lunes a viernes de 8:00 a 2:00 (viernes y sábado hasta las 3:30).
  • Precio medio: 30 a 35 euros por persona