¡Sáquenme de aquí!

Por Siempreenmedio @Siempreblog

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Esta última semana me he sentido como los protagonistas de aquel anuncio de cerveza en el que con un mensaje en la camiseta pedían a los amigos que les sacaran de una situación aburrida, incómoda o desagradable. Quiero gritar: ¡Sáquenme de aquí!, pero no puedo… Me pregunto si ésta es la vida que quiero vivir o si, por el contrario, sería más feliz con menos cosas y más libertad, más tiempo, más amigos, más amor… no sé…

Sí, así me he tomado yo la vuelta a la cruda realidad de mi día a día; supongo que como muchos… Estas líneas no pretenden ser una queja, ni un lamento, no. Simplemente pretendo compartir una reflexión, un pensamiento, y averiguar cuántos cobardes como yo hay en este mundo que no nos atrevemos a dar un golpe de timón a nuestras vidas por miedo al abismo de lo desconocido.

La incertidumbre nos paraliza y la comodidad nos adormece para que no cambiemos, para que tratemos de mantener el status quo, para que respetemos todas las reglas sociales y sigamos el itinerario vital que otros han diseñado para nosotros. Somos conscientes de que existen otras maneras de vivir, los más afortunados hasta nos hemos podido asomar a la ventana de otras costumbres y modos de entender la vida, pero seguimos con el mismo runrun 11 meses al año (trabajo-casa, casa-trabajo) sin hacer nada para que la cosa cambie. Sin mover un dedo para salir de la oficina, para alejar nuestra vista del ordenador, para dejar de compartir espacio con ese compañero trepa o a ese jefe insoportable. Sí, amigos, somos unos cobardes. Lo primero es reconocerlo, lo segundo, tomar conciencia; lo tercero, ya se verá.