-Para nada, estoy en una nube. No son mis primeros Open, el año pasado una amiga me animó porque estrenaban la categoría donde compito. No me he apuntado para ganar, sino para ver la mejora de un año entero entrenando.
-Y con el 22.2, te has puesto cuarta.-Pues no tenía expectativas de mejorar y he superado una posición. No me lo creo. Quiero que el 22.3 venga ya. Quiero luchar para quedar entre las 20 mejores atletas y poder clasificarme para las Semifinals.
-¿Es una utopía los Games?-Pues es algo que me preguntan cada día. Primero quiero ir a las Semifinals y vivir esa experiencia que seguro que sería brutal. Respecto a los Games... no he competido jamás en algo tan importante. Pero ir sería como un sueño, sí.
-¿Qué te pasó para estar compitiendo en categoría adaptative?-Con 17 años tuve un sarcoma en el femur de la pierna derecha. Recuerdo que me dolía mucho la rodilla. Cogí y fui al médico, me dijeron que tenía una rotura fibrilar después de alguna radiografía. Pero, era algo más seguro porque no podía dormir por las noches. Hasta que fui al Hospital Sant Pau de Barcelona donde me hicieron una resonancia y me comentaron que el diagnóstico era que tenía tumor. Al dia siguiente empecé a hacer quimio que duró un año. La última fase de recuperación fue apuntarme a CrossFit.
-¿No tenía miedo?-Estaba acojonada. Tenía muchas limitaciones, ahora también, pero menos. Me siento la pierna fuerte, incluso cuando el médico me ve alucina de la musculatura de la pierna.
-¿Has pensado alguna vez que este deporte no era para ti?-Muchísimas. Sobre todo este año. Cada semana entreno algo que nunca he practicado y es como empezar desde cero otra vez. Pero bueno, siempre me pregunto el porqué de hacer CrossFit: es para superarme a mi misma. Si superé un cáncer, puedo con todo.
-No hace tanto, fue en 2019. Unos amigos con los que iba al gimnasio me dijeron que fuera a probar. Pensé "¿porqué no?". Así que me apunté.
-¿Siempre has practicado deporte?-Desde los 3 años hasta los 17 que he hecho ballet. Lo dejé por la enfermedad que tuve y luego me apunté al gimnasio. A pesar de eso, nunca he sido una persona deportista. Recuerdo que en el colegio se me daba fatal la educación física. Era bastante torpe.
-Entonces, tus inicios fueron duros?-Sí, porque fue como partir de cero. Mi condición física era cero. Empecé con la barra vacía, gimnásticos con goma... Pero poco a poco vi que mejoraba y eso es lo que te da el CrossFit: querer seguir porque ves que eres mejor atleta. Me acuerdo que no había ningún elemento que se me diese mal o bien. Quizás, la haltero se me da bien y un poco peor los gimnásticos. Tenía mucha frustración, pero a la vez me picaba conmigo mismo para mejorar.
-¿Y ahora?-No destaco en nada, pero cuando hago gimnástico disfruto mucho. He hecho ya muscle ups y estoy a punto de hacerlos en ring.
-Además de entrenar, ¿qué otros factores son importantes en este deporte?-La halterofilia, que practico cada día con la planificación que hago. Una buena técnica te hará levantar más peso. Después, la nutrición. He notado mucho tener una planificación de alimentación. Antes comía lo que quería cuando tenía hambre. Y luego la movilidad y los estiramientos.
-¿Cuál ha sido tu mejor y peor experiencia en este deporte?-La mejor ahora mismo con los Open; y de peor creo que no he tenido ninguna mala experiencia. De momento, este deporte solo me aporta cosas positivas.
-¿Cuáles son tus referentes en este deporte?-Todas las atletas que sigo son chicas. Me parece increíble todo lo que hacen, me quedo embobada. Todas me inspiran pero sobre todo Broke Wells, Annie Thorisdottir... Y luego todas las atletas que compiten contra mí en la categoría adaptative me parecen brutal. Y como no, Xabi Osa. Es brutal lo de ese chico.
-Para terminar, ¿cómo definiría Sara Martínez a Sara Martínez?-Pues es una persona muy cabezota. Si está donde está es por eso. De hecho, hace dos años le dicen que estaría donde está ahora y no se lo creería. Pero, por contra, es una persona que se come la cabeza mucho y que se preocupa por la gente de su alrededor. Además, tiene poca confianza en sí misma, pero luego piensa "joder, si lo has hecho bien".