Sara Sanders

Publicado el 23 septiembre 2020 por Plasnisk
Sara Sanders es una cuentachistes mala y dice ella que actriz, que se hizo famosa por no hacer reir a nadie en No te rias que es peor.Lo único destacable de su carrera fue cuando enseñó las perolas en la playa en 1995 en Interviú.Su otro logro fue formar parte de la plantilla de No te rías, que es peor, donde se reía con sus propios chistes a carcajadas.
Biografía
Hija de un escultor americano fracasado, comenzó su carrera como modelo allá por los años 80.No le duró mucho y acabó de traductora 2 años después. Eso tampoco le duró mucho, solo un año y no cobró ni una peseta.
Una de sus primeras incursiones en televisión fue como bailarina.
Su primera oportunidad en el cine fue con un cortometraje, Sé Bueno de Johnny. No hay pruebas fehacientes de su existencia. 
Audicionó el papel protagonista de La mujer infiel en 1990. Primera de la serie de películas producidas por Fernando Trueba. Salir salió, pero casi de extra. No sale ni acreditada
Tras eso acabó en el teatro con una obra de mala muerte llamada Dónde estan mis pantalones durante tres años.
Volvió al cine en 1993 para un papel en El Amante Bilingüe de Vicente Aranda, donde tampoco sale acreditada.Hizo más cine pero de forma similar. También en series de esa manera. Papeles intrascendentes que nadie recuerda.
Pero pensó o alguien pensó que era graciosa y la pusieron a contar chistes en No te rias que es peor, Sonria por favor, Moltes gracies etc.Se creyó humorista, pero fue al Festival de Viña del mar en 1998, donde hizo el ridículo con sus chistes malos y se ganó el abucheo con honores. Ante eso se desesperó y se puso a rapear en el escenario. Una cosa dantesca. No la sacaron a patadas de allí de milagro.
A partir de ahí decidió se dio cuenta que lo del humor no era lo suyo y volvió a ser actriz.Ese mismo año protagonizo una pelicula llamada Piel y por primera vez en su vida salió acreditada. Eso sí, la pelicula no la vio ni Dios.
En 2003 se exilió en los Angeles y fue relaciones públicas, luego marketing y aveces hace teatro. Por lo menos ya no cuenta chistes, que ya es algo.