La crema es de color blanco y tiene un olor agradable común, sin nada especial. Su textura fluida se absorbe enseguida, una gran ventaja con respecto a la crema nutritiva de Deliplus que suelo usar ahora. En este aspecto también supera a mi favorita, la crema de Eucerin para pieles sensibles.
La crema está indicada para pieles secas y estropeadas; en especial se recomienda usarla para combatir las agresiones externas como frío, viento y demás. Contiene manteca de karité, glicerina y colágeno, tres ingredientes muy buenos para el cuidado de la piel.
¿Y por qué me gustó tanto? Deja las manos muy hidratadas y suaves, no tiene nada que envidiar a firmas más caras. Después de usarla realmente notas que te has puesto algo porque la piel de las manos está como más resistente. Pocas veces he encontrado cremas tan hidratantes que se absorban tan rápido; en mi opinión, ni siquiera las de Dove llegan a este nivel. De cara al buen tiempo sería una opción estupenda porque aborrezco que las manos estén pringosas durante unos minutos, aunque repito que en invierno también cumple perfectamente.
Lamentablemente, esta crema tiene un problema, y es que es muy difícil de encontrar. Sara Simar es una de las firmas de estética de los Laboratorios RBB y yo la encontré en un centro de belleza hace ya cuatro o cinco años (puede que ahora cueste más todavía dar con ella). Pregunté en otras perfumerías pero no tenían ni idea, así que si os ha llamado la atención os recomiendo que os quedéis con el nombre por si algún día suena la flauta y la veis por casualidad.