SARDINAS AL HORNO CON COSTRA DE AJO Y ROMERO (Cena#76)

Por Rodrigo Rodrigo Martin Antoranz

Siempre hay problemas para cocinar sardinas en casa. Sobre todo por el olor que desprenden y que, probablemente, hace que se arrimen a nuestra puerta todos los gatos del barrio. Para ello la mejor solución es prepararlas al horno. Más fácil, manchamos menos y, ya puestos, son más sanas. En esta ocasión os traigo una receta inspirada en una que vi en www.lacocinadelechuza.com. Me encantó su propuesta y he aquí mi "hitchcookiano" homenaje o versión a cámara rápida. Os aseguro un resultado espectacular y así ya tenéis otra idea para asaltar este sabroso pescado. ¡Mandiles arriba!


INGREDIENTES (2 patatas)
8-10 sardinillas abiertas y limpias
2 patatas
1 cebolla
2 dientes de ajo
Romero
Sal, pimienta y aceite
Panko (pan rallado japonés)
Tiempo: 20 minutos


Vamos precalentando el horno a unos 200º con calor arriba y abajo.
Preparando todo
Como nuestro pescadero es generoso y eficiente (o eso espero), nos habrá preparado ya las sardinas para cocinar nuestra receta sin tiempo que perder. Si no, os toca la ardua tarea de limpiarlas a conciencia, quitarle la cabeza y las espinas y lavarlas bien. Eso por un lado.
En una sartén con abundante aceite caliente, echamos las patatas cortadas en láminas (como para tortilla de patata) y la cebolla en juliana. Lo vamos a ir pochando todo unos 10 minutos vigilando que no se nos quemen.
Una vez listas las sacamos sobre papel absorbente para escurrir el exceso de grasa.
En un bol echamos los dientes de ajo muy picados, el romero picado y el Panko (podéis usar otro tipo de pan rallado, aunque éste le da una textura bastante crocante) Lo mezclamos todo.
Hora del horno
En una bandeja ponemos una "cama" con las patatas y la cebolla. Sobre ella disponemos las sardinas con la piel hacia arriba y espolvoreamos nuestra mezcla de pan rallado, ajo y romero por encima hasta cubrirlas por completo.
Metemos en el horno y dejamos cocinar unos 5-7 minutos. 
Sacamos con cuidado y emplatamos. Terminamos decorando con una ramita de romero fresco y listo. ¡Que aproveche, hitchcookianos!