Así las hago hace mucho tiempo, siendo un acierto y éxito asegurado. Duran varios días en el frigorífico y son un excelente entrante , aperitivo, cena o almuerzo. Perfectas para cualquier ocasión.
En un buen pan con ajo refregado, aceite y tomate se convierten en un manjar; una tosta de la que disfrutamos con agrado.
Si os gustan las sardinas, no tardéis en prepararlas porque repetiréis más de una vez.
- 1 kilo de sardinas
- 3 dientes de ajo
- tomillo
- sal
- 2 clavos de olor
- 1 hoja de laurel
- 1 vaso de vinagre de manzana
- 1 vaso de vino blanco
- 1 cebolla
- tomates
- aceite de oliva
- 1 litro de agua
- pan ( bollitos )
- sal en escamas
PREPARACIÓN
En una sartén sofríe los ajos laminados y la cebolla picada. Añade el tomillo, clavos y laurel. Cuando la cebolla se ponga transparente, incorpora el vino y el vinagre. Se deja cocer durante uno 10 minutos.
Así las puedes poner en ensaladas o aliños, acompañadas de patatas al horno... Pero como vas a disfrutar a lo grande, es de la siguiente manera:
Abre un bollito por la mitad y tuesta las dos mitades o una rebanada de pan, refriega un diente de ajo. Abre un tomate por la mitad y refriégalo también. Pon los lomos de las sardinas encima , agrega una cucharada del mismo aceite de las sardinas y pon un poco de sal en escamas.