La primera vez que me aventuré con esta receta no sabía cómo me iba a quedar, la verdad es que cuando la vi hace algunos años en una revista me conquistó su presentación y por eso me puse, sin pensármelo manos a la obra. No me arrepiento en absoluto, pues si ya me gustó su vistosidad en el plato, más me conquistó su sabor. Aún es tiempo de buenas sardinas, corred a compradlas... es una auténtica delicia.
Ingredientes para la maceración:
- Sardinas medianas 12.- Ralladura de ½ limón.- Zumo de 1 limón.- Aceite de oliva 100 ml.- Vinagre de vino blanco 100 ml.- Sal.
Ingredientes para el sofrito de verdura:
- Calabacín ½.- Zanahorias 2.- Ajos 1 diente grande.- Perejil.- Aceite de oliva 3 cdas.- Pimienta negra recién molida 1 pizca.- Sal.
Ingredientes para el aceite de aceitunas negras:
- Aceitunas negras 12.- Aceite de oliva 100 ml.- Tomillo fresco unas hojas.
Elaboración:
Empezamos como es normal en estos casos con la limpieza del pescado. Si el pescadero es amable podrá quitar las vísceras, la raspa central, las cabezas y las colas de las sardinas, si no es así nos toca hacerlo a nosotros, os dejo un enlace a mis boquerones en vinagre para que os hagáis una idea. Las he visto algunas veces envasadas ya limpias en el súper, esto ahorra algo de tiempo. Debéis congelarlas ya limpias, al menos 2 días.
Ya descongeladas les quitamos las escamas, lavándolas bien, y las raspas del vientre (con pinzas o a mano). Disponedlas en una bandeja cubriendo con los líquidos de la maceración, la sal y la ralladura. Tapad con film y meter al frigo veinticuatro horas.
Al día siguiente sacad del líquido y secad con papel de cocina. Cerrar cada una con un palillo haciendo un rollito, dejando un hueco en el centro y ponedlas en la bandeja de servir elegida (ya de aquí no las movemos, pues puede que el relleno se salga al trasladarlas a otro plato).
Preparamos un sofrito cortando las verduras en cuadritos diminutos. Basta con cuatro minutos para que queden en su punto. Sazonamos y dejamos templar.
Rellenamos a continuación el interior de las sardinas con una cucharilla pequeña.
Hacemos, para aliñar, un triturado de aceitunas negras, aceite y tomillo (no ponemos sal, que ya salan las aceitunas).
Filtramos con un colador y ese aceite extraído lo usamos para regar por encima cada sardina (la pasta de aceitunas podéis, si os gusta, aprovecharla para una tapenade) minutos antes de servir.
Servimos frías.