El jefe de estado francés, sin embargo, se ha negado a subir a un avión con destino a Rumanía y ha levantado un campamento (ilegal, por supuesto) en medio del aeropuerto de París-Orly.
Es difícil predecir cuánto tiempo logrará resistir, puesto que ya no le quedan ni uno de los 300 euros que recibió del estado. Se los ha gastado a base de chocolatinas del Duty Free y sustituyendo la ducha por perfumes de la tienda de Christian Dior.
Fuente: The Banana Tribune