Foto: Scrape TV
El primer ministro francés aterriza hoy en Estados Unidos con la maleta plagada de cambios, propuestas y reproches y con el objetivo (nada desdeñable) de cambiar el mundo. Así es Sarkozy y así será ante Obama con el que se reúne este lunes para analizar a situación de, entre otras cosas, la economía occidental. Todo el planeta cree que el mundo no está bien organizado y él, quiere arreglarlo. O al menos, que parezca algo más que una sucesión de reverencias ante el lider mundial. Sarko necesita a Obama. Enredado en las presidencias del G8 y del G20, el presidente galo debatirá con la Casa Blanca su agenda para ambos organismos. Quiere que EEUU le dé apoyo total. Carta banca. Y para ello, pretende “atacar” la conciencia americana tras las filtraciones de Wikileaks, que le auparon como uno de sus grandes protagonistas. Calificado como “susceptible y autoritario”, Sarkozy comprobó que a pesar de su apoyo incondicional a EEUU, su figura política no obtenía la confianza total del aparato diplomático estadounidense. Ahora, ha cambiado de estrategia y tiene en su punto de mira el dólar. “No puede pretender ser la única moneda del mundo, el dólar no puede ser el problema de otros”. Un dardo con una intensa carga de culpabilidad dirigido directamente al corazón de la economía americana. El dólar como causa de la crisis mundial.
Llega desde el Caribe y lo hace con Carla Bruni. Llevan unos días allí en lo que pretendía ser un viaje tranquilo y que se convirtió en una serie de reproches por parte de las autoridades locales que acusaron al gobierno del Elíseo de tratarlos, aún, como a una colonia, como a franceses de segunda categoría. Martinica se encuentra sumida en una crisis brutal que ha golpeado duramente al turismo y, por extensión, al empleo en la paradisiaca isla francesa. Pero esta ha sido una batalla menor para el francés que fue recibido con vítores a su llegada al Caribe por una población exaltada con la llegada de su presidente. La guerra quiere ganarla ahora, en EEUU.
Pero no nos engañemos. Su ataques son al dólar, pero el objetivo es conseguir un apoyo incondicional de Washington ante las presidencias del G8 y del G20 que afronta Sarkozy. No sacaran nada en claro. Seguro tendremos una declaración institucional de la evaluación que ambos hacen del problema y el compromiso de resolverlo de la manera más inmediata posible. Abrirán el debate. Una reforma que ahora, Francia y Alemania consideran necesaria. 67 años después, se pone en duda Bretton Woods. Veremos a dónde nos lleva todo esto.