"Sarna con gusto" de César Pérez Gellida

Publicado el 08 mayo 2016 por Juancarlos53
Llevaba tiempo queriendo leer algo de César Pérez Gellida. De  la primera novela que escribió, "Memento mori", no sabría decir cuántos posts leería, la mayoría de ellos favorables a autor y obra. Tantos fueron que decidí comprarla, pero como tantas veces ocurre, allá que se quedó arrumbada junto a otras en esa interminable lista de 'próximas lecturas'. 

Con esto quiero confesar desde ya que "Sarna con gusto" es mi primera incursión en esto que algunos críticos de renombre han venido en denominar "género Gellida". La verdad es que no creo incurrir en grave falta pues veo que el título es el primero de una nueva trilogía denominada "Refranes, Canciones y rastros de sangre", mientras que las tres novelas anteriores: "Memento mori", "Dies irae" y "Consummatum est" aparecían bajo otro subtítulo, "Versos, Canciones y trocitos de carne", en numeración ordinal romana I, II y III. Pero con todo y con eso, tras esta primera placentera experiencia lectora, confieso que, seguro, repetiré, pues no hay nada mejor que reincidir en aquello que da gusto, ¿no?
El autor
Nació en Valladolid (España) en 1974. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y máster en Dirección Comercial y Marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid. Trabajó hasta 2011 en empresas vinculadas con el mundo de las telecomunicaciones y la industria audiovisual. Ese año decidió trasladarse a Madrid y dedicarse en exclusiva a su carrera de escritor. Desde febrero de 2014 colabora con el diario “El Norte de Castilla” con una columna semanal en su sección de cultura llamada "In vino veritas". Actualmente está afincado en Buenos Aires.
Distinciones
Racimo de Oro de Literatura, Premio Lee Misterio 2013 a la mejor novela nacional por "Memento Mori", Premio Lee Misterio 2013 a Ramiro Sancho por mejor personaje masculino. En noviembre de 2014 le otorgaron el Premio Piñón de Oro como vallisoletano ilustre.
“Sarna con gusto”Sinopsis
Tras los sucesos acontecidos en el caso de Augusto Ledesma, sus superiores decidieron que lo mejor era meterlo una temporada en la nevera y para ello nada mejor que abrirle un expediente disciplinario por insubordinación a los mandos: dieciocho meses de suspensión de empleo y sueldo, aunque gracias a su brillante hoja de servicios, quedaron reducidos a seis.El tiempo pasa rápido y Sancho y se va a reincorporar a su puesto de trabajo, por lo que decide tomarse durante las fiestas locales unas cervezas con sus compañeros antes de reincorporarse. Será el último momento que tenga de tranquilidad, porque durante las fiestas han secuestrado a la hija del concejal delegado general del área de infraestructuras y Vivienda del Ayuntamiento de Valladolid y de la hija de un rico empresario.
Mi comentario

Título: Sarna con gustoAutor: César Pérez GellidaEditorial: SUMA de letras, 2016
Encuadernación: Tapa blandaISBN: 9788483658512
Páginas: 512
PVP: 18'90€

Muchas cosas me han gustado de "Sarna con gusto". En primer lugar la utilización de refranes como título de los distintos capítulos. Aunque, como ya he dicho al inicio de esta entrada, no he leído "Memento mori" me he acercado a ese volumen al sospechar que sus capítulos vendrían encabezados por versos habida cuenta del nombre que recibe esta primera trilogía. Y sí, en efecto, así es y además lo declara el propio escritor en la "Nota del autor" que cierra la novela donde da las gracias "a Enrique Bunbury por extraer de sus canciones los títulos con los que están nombrados estos capítulos". Bien, bien, parece que no iba mal encaminado en mis suposiciones. También desde el principio llamó mucho mi atención el símbolo, siempre el mismo, que antecede en los capítulos al respectivo refrán,. Ese compás y ese cartabón me dirigían desde el principio hacia algo relacionado con la Masonería, pero habría / hay que avanzar en la lectura para despejar tal incertidumbre.
Respecto a los personajes, desde un primer instante me percaté de que Ramiro Sancho es el protagonista de todas las novelas escritas hasta ahora por Pérez Gellida. Ya al inicio de la misma lo vemos saliendo de una suspensión de empleo y sueldo consecuencia de haberse "pasado" con un delincuente, Augusto Ledesma que habrá tenido papel importante en la trilogía anterior. Ramiro Sancho, pues, arrastra ya una historia desde el comienzo de este relato; una historia sabida y admitida  por todos sus compañeros, excepto por la inspectora Sara Robles, nueva en la comisaría vallisoletana de las Delicias donde está centralizada la investigación, que se hará muy pronto con la sincera amistad de Sancho. Luego estarían el gallego Peteira que tan grave problema familiar arrastra consigo, el desafortunado de Garrido, el prepotente y perdonavidas de Fajardo y el resto de mandos superiores de Sancho que aunque admiran las dotes policiales de Ramiro Sancho al tiempo temen su espontaneidad que le ha procurado ya más de un disgusto.
Sancho es un hombre que está ya de vuelta de casi todo, un cínico que no cree en nada ni en nadie de los palos personales y profesionales que la vida le ha ido dando. Es muy amigo de un policía jubilado, el excomisario islandés  Ólafur Olafsson del que al haber leido sólo esta novela únicamente he sacado en claro que padece una grave adicción alcohólica de la que intentará salir gracias a la amistad que mantiene con Ramiro Sancho.
La novela tiene dos asuntos principales: Uno es el  del secuestro de la adolescente Margarita Zúñiga, hija de un concejal del Ayuntamiento pucelano y nieta de un acaudalado industrial; el otro es el de la Corporación de los Hombres Puros, grupo de estructura masónica que no sabremos hasta el final del relato qué pinta en el mismo y por qué persigue al comisario Sancho.
En la primera historia del relato se distinguen dos tramas: la de la familia Zúñiga y la de los  raptores. Ambas se unen a través de Margarita, la niña secuestrada. Estas dos tramas llegan a término -que no declararé cuál es para no destripar la novela (vulgo, 'spoiler')-; sin embargo la de la organización secreta queda abierta a una clara continuación que, a buen seguro, se nos dará en las siguientes novelas  de la trilogía.
En el primer asunto estamos ante un thriller construido con muy buen ritmo para descubrir a los autores del secuestro y conseguir liberar a la pobre Margarita. En el otro asunto es el suspense lo que prima pues Gellida dosifica a la perfección la información a fín de provocarlo debidamente.
Estamos ante una novela negra centrada en la investigación policial llevada a cabo por Sancho y sus compañeros. Para desentrañar los porqués del delito estos policías deberán entrar de lleno en los entresijos político-empresariales de estos Zúñiga, que se creen más que nadie y que con su soberbio e inadecuado comportamiento ocasionarán serios problemas a los profesionales policiales. Es una elegante manera que tiene el novelista de hacer crítica social: los pobres (los policías) al servicio de los poderosos (los Zúñiga). Estos policías se verán atosigados por los políticos (no olvidemos que el padre de Margarita es concejal)  y deberán abstraerse de sus propios problemas personales procurando que éstos no interfieran en un trabajo tan delicado como liberar a una niña de sus peligrosos secuestradores.
Ya he dicho antes que de "Sarna con gusto" me gustan muchas cosas. Una de ellas, sin lugar a dudas, es el espacio donde se desarrolla la acción principal, un escenario ya habitual en este autor vallisoletano: el de su propia ciudad y provincia de Valladolid. Me ha agradado especialmente ver que en el curso de la investigación aparecen lugares muy queridos para mí de la provincia de Salamanca y de la ciudad y comunidad de Madrid, las dos localidades a las que  me encuentro más unido, por nacimiento una y por residencia, la segunda.
Pero no sólo estamos ante una novela situada en España. La segunda historia, la de la Corporación de los Hombres Puros, es más cosmopolita y nos da un periplo de lo más variado que nos lleva por Plentzia, en Vizcaya (España), Lieja y Bruselas en Bélgica, Reikiavik (Islandia), Amsterdam (Países Bajos), etc. dejando como ya he dicho antes las puertas abiertas para desarrollar en una próxima novela esta trama, mucho más internacional sin lugar a dudas.

En cuanto al tiempo, hay que decir que el episodio estricto del secuestro tiene una duración de nueve días si bien se añade luego un capítulo que transcurre casi dos meses más tarde para hacernos ver cómo ha quedado de tocado el protagonista de la historia, Ramiro Sancho. También la otra línea argumental, la de la sociedad secreta, se inicia medio mes antes del estallido del secuestro de la niña y transcurre en coincidencia temporal con éste. En ambos asuntos la linealidad temporal es la norma.

El narrador en tercera persona, externo y objetivo, nos lleva de la mano sin sobresalto temporal alguno por los 25 capítulos que forman el relato salvo ya digo ese capítulo inicial, separado quince días del siguiente, y el último, acaecido dos meses más tarde, y que en su brevedad es el que da título a toda la novela pues en el fondo podríamos decir que el relato de la novela se iniciaría aquí. Estamos, pues, ante un relato circular que deja unas vetas abiertas (relación Sara - Sancho; la secta secreta, el excomisario islandés, etc) para tirar de ellas en un futuro relato. A esto se llama dominar el arte del suspense; yo, como lector, quedo en ascuas ante estas lineas argumentales no cerradas del todo y espero y deseo que llegue pronto a las librerías la siguiente novela de César Pérez Gellida, por eso de ver qué pasa.
Lo más destacable
Hay tres aspectos en esta narración que me parecen dignos de ser destacados. Son: la música, el humor y un estilo personal muy atractivo.
Ø La música es importante en esta novela, como, por otra parte, supongo debe de suceder en todo lo escrito por Gellida habida cuenta de los epígrafes puestos a los capítulos de "Memento morí" como ya dije antes. Según iba leyendo esta novela fui tomando nota de los temas que aparecían a fin de luego buscarlos y poderlos escuchar tranquilamente; no supe hasta el final que el autor había realizado por mí esta labor enumerando los títulos y autores de los temas musicales citados a lo largo del relato presentándo la "banda sonora" de la novela.  Bueno, como el trabajo ya estaba hecho aquí os dejo mi listado -que difiere [¡¡será posible!!] en tres o cuatro temas con los apuntados por el propio autor- con indicación de la página, así os será más fácil  localizarlos en el libro:
  • En pág. 41: 'November rain' de Gun's and Roses. 
  • En pág. 43 se cita a los grupos Bunbury, Placebo, Rammstein, Muse y Depeche Mode (eran los grupos que gustaban al delincuente Augusto Ledesma, curiosamente los mismos que le encantan a Ramiro Sancho).Como es lógico, dada su edad, a Margarita Zúñiga, joven de quince años, la música que le gusta es la de  Calle 13.
  • En pág. 154 Sancho canta y escucha 'Ángel exterminador' de los Ilegales. 
  • En pág. 190 se cita aThe Smiths: 'There is a light that never goes out'-
  • En pág. 234:The Rolling Stones, 'Sympathy for The Devil'
  • En 281 el tema 'Malos tiempos para la lírica' de Golpes Bajos y su cantante Germán Coppini. 
  • En pág. 308, el Chimuelo canta "Altar de muertos", ¿un corrido mexicano? ¿Un narco-corrido? No lo sé con exactitut pues he sido incapaz de localizar este tema.
  • En pág. 314 'Livin' on The edge' de Aerosmith. 
  • En pág. 391 se cita la canción 'La senda del tiempo' de Celtas Cortos, curiosamente no incluida por Pérez Gellida en su Banda Sonora. Sí aparece en mi playlist.
  • En pág. 419 se cita a El Último de la Fila: 'Lápiz y tinta'. No he logrado localizarla en spotify. 
  • En pág. 442 'El estanque', del " Tour 2006" de Héroes del Silencio. 
  • En pág. 446 'Lonely boy' de The Black Keys. Tampoco incluida por Gellida en la Banda Sonora. Sí en mi playlist.
  • En pág. 495 'Coge el viento' de La Dama se Esconde.
[En la página "Música que me gusta escuchar" he colocado una playlist con los temas anteriores. Pinchar aquí]
Se ve que el autor, de 42 años de edad, es gran conocedor de la música popular de la década de los 90, precisamente la que le encanta escuchar a ese servidor público que es Ramiro Sancho.
ØEl humor.  El humor que rezuma en muchas partes de la novela va de la mano de un excelente manejo de la lengua. Una lengua llena de coloquialismos que se mueve en un nivel familiar habitual entre los que ya hemos salvado la década de los treinta (¡y bastante más!), como demuestra la magnífica profusión de refranes que a mí personalmente me han encantado. Pienso además que Gellida hace con esta novela una excelente contribución al mantenimiento de este acervo común que corre serio peligro de desaparición entre nuestros jóvenes. El refrán que encabeza cualquier capítulo contrasta muchas veces con el asunto allí desarrollado en un elegante ejercicio humorístico. En otras ocasiones el humor va de la mano de la sincera amistad como se percibe en la frase de Sancho a Olafsson: "-En serio, no tienes buen aspecto. No serás tan cabrón de morirte en mi casa, ¿no?" (p. 392). También hay momentos en que el humor surge del choque de realidades muy conocidas por los lectores: "La mezcla visual de uniformados y civiles dentro del templo se antojaba entre incompatible e imposible, como un traje de Armani con riñonera." (p. 412). Del mismo modo el juego que hace el autor con el nombre real del policía inspector de homicidios Urtzi, que hace el prólogo de la novela, y su uso como apodo de Sancho por uno de los delincuentes me parece una muestra de sano y amistoso humor.
Ø El estilo Gellida. Pues me ha encantado. He visto mucha referencia a cine negro y policial ( "el mexicano hablaba como Benicio del Toro en 'Traffic', una de las películas del top de Marga", p. 349), a la pintura (Azucena estaba "como un autorretrato de Frida Kalho; hermética, solemne", p.397), a la literatura popular cuando compara a Fajardo con el Llanero Solitario...; y ya en triple salto mortal sin red me ha parecido lo más de lo más la comparación que hace de Sancho con el referente extraído de una frase de un afanado novelista, ¡increíble! ("El inspector sellaba cada interrogante con los nudillos del puño izquierdo haciendo buena la sentencia de Pérez Reverte: 'No hay nada más peligroso que un español acorralado'").
Y me ha gustado muchísimo el léxico que se cuela por entre las líneas de este relato como sin querer, añadiendo unas notas de cultismo muy interesantes en una narración que circula, como es lógico, por raíles muy coloquiales. Algunos ejemplos: Uno de los secuestradores padecía "ptosis palpebral" (= caída del párpado superior), el polifacético Peteira se expresa en vigués y "castrapo" (=  Hablado por el 90% de la población. Es el gallego moderno),  a Margarita Zúñiga le sobrevino un "himpado" (= gemido con hipo)... Habría que incluir también en este apartado cultista toda la referencia a la mitología popular castellana por haber caído en el olvido cuando no en el desprecio del ignorante: Sancho le habla a su compañero Peteira, gallego él, sobre la mitología castellana: el Tragaldabas, el Sacamantecas, los malismos, los ojancos, los trasgos, el Bú, el Diablo Cojuelo, el Martinillo la tía Melitona...
Conclusión
En definitiva, una novela muy recomendable, que se lee muy bien, con un estilo magnífico, que muestra el auténtico día a día de la Policía sin que por ello el relato pierda fuerza alguna. Si se comienza a leer no se puede abandonar y cuando se finaliza se buscan más dosis "Gellida". Yo, por ejemplo, ya me estoy inyectando "Memento mori", así que os dejo.