En escasas setenta páginas de referencias a célebres autores -compositores, escritores, pintores- el hijo exige a su padre que lo escuche. "Somos, en fin, las voces que escuchamos" le dice, porque todas ellas guían su narración.
Saturno es un reproche contundente, un libro que se edita en un formato exquisito, en ejemplares numerados y con un tamaño que recuerda a los diminutos blocs de notas que caben en los bolsillos de las chaquetas de los escritores. Será casualidad, pero genera cercanía.
El lector de Saturno verá ante sí una acumulación de tormentosas relaciones que muchos (demasiados) artistas mantuvieron con sus "viejos". El hijo se lo cuenta al padre. El hijo le habla de esos artistas y de sus muertes voluntarias, de sus suicidios. Cada párrafo del libro agolpa ejemplos de anécdotas y abre infinitos paréntesis en sus mitades para alojar nuevas frases: otro caso, otro genio suicida.
Publicada por primera vez hace catorce años, este texto de Eduardo Halfon habla ahora en una edición española que una quiere devorar página a página. Cosas de los mitos.