Los niños bien son muy atractivos: cuidan su cuerpo, tuvieron una buena educación y su conversación es amena porque en general han viajado, probado y degustado de todo un poco. Se dedican a los trabajos que quisieron porque tuvieron esa red de contención que nos faltó a los pobres. Los niños bien viven solos y tienen departamentos con sueldos de grandes y gustos de niños: juguetes caros, excentricidades y productos de diseño exclusivo. Y con el mismo edonismo infantil que los caracteriza en su vida, se manejan con la gente que los rodea. Podríamos escribir un libro sobre el hombre-niño bien. Lo conocemos, hemos salido con él, nos ha aburrido enormemente con sus idas y vueltas, su egoísmo y su superficialidad.
Sauna es una obra que habla de éstos jóvenes que llenan la calle Reconquista de los after office y que dentro de su propia estupidez a veces (queremos creer) se replantean sus vidas vacías. En un tono de comedia que realmente hace reír y al que no estamos tan acostumbrados en el teatro independiente, Sauna logra reflejar fielmente a estos seres extraños que pueblan el microcentro porteño.
Yo la recomiendo, pero si quieren ver otra opinión, hagan click aquí.
Dramaturgia y dirección: Ezequiel Tronconi
Elenco: Sebastián "Berta" Muñiz, Salomé Boustani, Ezequiel Cipols, Esteban Coletti, Juan West.
Teatro: Puerta Roja, Lavalle 3636, reservas 4867-4689
Funciones: domingos 20hs, desde el 28/2/10
Localidades: $25