Por Iria Dominguez.Se acerca Halloween y llega uno de los clásicos de la temporada: Saw estrena nueva entrega este viernes 29 de septiembre. Volvemos atrás en el tiempo para presenciar un episodio sucedido tras la primera película, «Saw» (2004), y «Saw II» (2005). John Kramer ya sabe que tiene cáncer terminal y se encuentra en una espiral pesimista hasta que le ofrecen un tratamiento casi milagroso que logra «apagar» las células malignas y remitir del todo la enfermedad, por grave que sea la situación. Kramer viaja hasta México para someterse a la cirugía, pero cuando descubre que todo es un fraude, retoma su trabajo como Jigsaw para darles una lección a los estafadores con un nuevo juego a contrarreloj lleno de trampas y decisiones difíciles.En el reparto volvemos a encontrar los nombres de Tobin Bell y Shawnee Smith, como John Kramer y Amanda Young respectivamente. Se añaden nuevas caras, entre las que distinguimos a Synnøve Macody Lund, Michael Beach, Steven Brand o la mexicana Renata Vaca. Pero en esta película solo hay un papel escrito para destacar un poco, y es el de Tobin Bell. El resto no cae, pero a poco se pueden agarrar para destacar. Dentro de lo que cabe, me convence el trabajo de la veinteañera Renata Vaca, que es la mejor baza entre las víctimas de Jigsaw para generar tensión. Es la primera cara que John ve al llegar a México y la única con la que se intenta crear un vínculo al que la actriz se agarra con una actuación más que decente. Una nueva incorporación para el mundo del terror recién llegado desde la industria latinoamericana.
Desde SAW III (2006), con la muerte de Kramer, parece que la franquicia solo puede agarrarse a la historia mirando hacia atrás, como ocurrió en «Saw VIII» o «Jigsaw» (2017), que ya parecía una película de orígenes en muchos momentos. Al menos, y aunque esta fuera un mejunje de otras entregas de la saga, la octava ofrecía cosas nuevas interesantes, como el error de John en una de las pruebas diseñadas por él mismo. «Saw X», sin embargo, solo ofrece una cosa nueva en cuanto a las pruebas, y no se refiere tanto a la ejecución. Dicho esto, y después de la cosecha de malas críticas de «Spiral: Saw» (2021), la famosa saga decide volver de nuevo sobre sí para recuperar el cariño de los fans a través del verdadero símbolo de Saw: John Kramer.Y es que esta película va sobre él y sobre nada más. Ahora todo sabe a nostalgia y recuerdo, que es la baza que juega gran parte de la producción de terror en la última época: revivir al muerto y devolver a la gran pantalla las grandes historias y personajes clásicos. Porque, aunque tenemos un nuevo juego (dos, incluso, casi tres), lo importante en la narración no es nada de eso, sino la historia de Kramer en sus momentos más vulnerables.El problema que le veo a todo esto es que para devolver a la leyenda es necesaria alguna excusa más trabajada que la de contar un episodio pasado a modo de anécdota. Pero en «Saw X» no encontraremos nada nuevo. Porque la historia de Kramer está contada en el resto de entregas y nos la sabemos de principio a fin. Esta película me recuerda, en cierto modo, al cortometraje de animación/cómic «Saw Rebirth» (2005), que pretendía darle más dimensión al villano contando otra vez su origen. Para devolvernos a Kramer deberían ofrecer información nueva que cambie la percepción que teníamos sobre él y nos revele algo inédito (sobre todo teniendo en cuenta que la saga se jacta de su capacidad para crear giros argumentales), pero los guionistas Josh Stolberg y Pete Goldfinger solo se centran en añadir unos datos que complementan lo que ya sabemos y nada más.El hecho de que Kramer sea el protagonista y se busque empatizar todavía más con él hace que se desdibuje, o desaparezca del todo, el debate moral al que se sometía el espectador de Saw: dividido entre las razones lógicas de Jigsaw y la frialdad de sus torturas. Por eso la primera funciona tan bien, entre otras cosas, porque las víctimas parecen del todo inocentes hasta que se revela lo contrario. En «Saw X» tenemos a una víctima tramando venganza. Y digo venganza porque, aunque él lo niega, está claro que duda de su futuro como asesino en serie cuando descubre que queda esperanza para salvar la vida, pero siempre me han gustado las contradicciones en los personajes porque es lo que más los humaniza.Encontramos aquí a un malo/víctima y a un grupo de malos más malos que, por ello, se convierten en villanos. Suena interesante, pero el problema se revela al comprender que así el espectador no sufre tanto cuando llega el momento de la tortura, los juegos macabros que hacen brillar a la franquicia. Y es que si no hay empatía, tampoco habrá emoción ni, en última instancia, interés. Que no se malinterpreten mis palabras, en esta entrega volvemos a tener sangre y vísceras, pero digamos que se diluye la tensión y esperanza de que los jugadores superen las pruebas porque no podemos empatizar o generar confianza con ellos.Hay que tener en cuenta que colocar una historia algo más dramática, más íntima para el personaje, a estas alturas es una decisión arriesgada porque está claro que los espectadores que siguen todavía esta saga lo hacen, precisamente, por los juegos y el gore que a veces nos regala. Eso es lo que de verdad los hace acudir a la sala. Lo que buscan, por tanto, no es la originalidad del argumento, sino la originalidad de las pruebas porque es lo que van a comentar al salir de la sesión. Las pruebas en sí están bien y tienen sentido, aunque no interesa demasiado ver a la pareja prepararlas y, como ya he comentado, no hay tanta empatía con los jugadores (se salva Gabriela, al menos). Hay sangre, mucho dolor y carne desgarrada, como siempre, aunque el resto de entregas y otro cine gore ya hayan dejado a los espectadores lo suficientemente curtidos como para no dejarse impresionar demasiado.Algo que me sorprendió fue el humor que se introduce en algunos momentos, a modo de pequeñas pinceladas. Un humor negro que ameniza la tensión y crea ese contraste de sensaciones en las que el espectador pasa de arrugar la frente a soltar una pequeña risita. Dicho esto, parece algo más experimental que una agregación a la narrativa porque rápido se abandona y el humor no es una constante (incluso hay alguna escena en la que no tengo claro que las risitas en la sala fueran provocadas de manera consciente).También tiene su mérito que una película en la que ya sabemos quién es el culpable y conozcamos su pasado y futuro nos siga entreteniendo. Y es que el suspense que acompaña a la saga aquí desaparece: esta película no va sobre la búsqueda de Jigsaw y las sospechas de todos los personajes. Se cambia, así, un poco la perspectiva. Ahora estamos del lado de Jigsaw en todo momento. Lo que menos me convence es que no hay debate moral, insisto, y no es tan complicado posicionarse a favor de uno u otro porque Kramer es el centro de la historia y se vuelve la indiscutible víctima, a cada minuto más, dando nacimiento a un villano tan villano que se pasa de cruel sin una razón demasiado lógica o profunda. Un villano que casi funciona como un «salvar al gato» para John.Además, a nivel argumental, Saw destaca por sus giros en la historia, inesperados y bien hilados. Partimos de la base de que no podemos sufrir en ningún momento por el bienestar de Kramer o Amanda porque hemos visto el resto de las entregas, pero hay un giro que sorprenderá, aunque no sé si resulta suficiente porque se sustenta en una serie de decisiones escuetas, algo ilógicas, y mucha suerte. Y es que Jigsaw peca de optimista a la hora de diseñar un juego en el que la suerte tomará su papel esencial. Y el Jigsaw que menos convence siempre, precisamente, es el que parece más un mago que un asesino. Todo esto lo lleva a la gran pantalla Kevin Greutert, que revivió la saga con una secuela a la altura: «Saw VI» (2009), pero que destaca mucho más en el ámbito del montaje y la edición y cuyo papel de editor hay que valorar en las primeras entregas. En esta ocasión, Greutert se coloca detrás de las cámaras como director y editor, y esto último se agradece.Es precisamente la edición, junto a la fotografía, lo que más nos devuelve a ese Saw tan nostálgico, el original, con los movimientos de cámara bruscos, la aceleración de la imagen, el montaje ágil, las imágenes que pasan tan rápido que parecen subliminales, los giros y bucles, y la mezcla de sonido que acompaña al caos. Aunque a veces me da la sensación de que se ha hecho con más prisa de la que se debería porque hay alguna secuencia unida de manera un poco tosca y repentina.El principio de la película se siente muy Saw, aunque no empieza con un juego, como es habitual en la saga, sino con un plano muy cercano que resume la esencia de la película: los ojos de John y el interior de su cabeza.«Saw X» también es capaz de transportarnos a la esencia de Saw en el apartado artístico: ambientación oscura underground, con sets y decoración austeros, industriales y fríos. Los juegos suelen ocurrir en lugares cerrados de los que es imposible salir, así que la sensación de claustrofobia es otra constante de la saga. En esta entrega hay claustrofobia, pero no tanta, porque John y Amanda entran y salen de la zona de juego y las pruebas no comienzan hasta bien entrada la película, aunque es interesante el contraste entre espacios abiertos y cerrados que se crean según el estado de ánimo del protagonista.Es imposible hablar de Saw y no mencionar sus símbolos. Y es que, a excepción de la pieza de puzle, ocupan su puesto en pantalla el payaso Billy y la grabadora con la pegatina de «play me». Aun así, el protagonismo de estos elementos es mínimo y, de hecho, las grabadoras no tienen demasiado sentido porque vemos (también los personajes) a John en cada juego y puede él mismo explicar las reglas. En cuanto al payaso, sale poco y se lo abandona rápido, pero, centrándome en la cinematografía, me gusta especialmente un travelling de seguimiento en el que la cámara es colocada sobre la parte trasera del triciclo del famoso payaso y seguimos su camino hasta uno de los jugadores, generando una sensación parecida a la de una snorriCam.Si no has visto ninguna de Saw, tampoco pasa nada: no se entenderá alguna referencia, pero la película en sí funciona casi de manera independiente. Dicho esto, casi todo lo que vemos aparece ya en el tráiler o en la sinopsis y nadie va a recordar esta película como un hito en sí, pero tampoco molesta dentro del universo Saw y da de ella exactamente lo que se espera. Teniendo en cuenta que la saga empezó con un personaje en estado terminal, tiene su mérito que hoy en día se siga consumiendo. Aunque hay quien dice que Saw murió cuando lo hizo John Kramer, lo cierto es que la gente sigue yendo a retorcerse de grima en las butacas.
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- ##check## Lo bueno
- Nuevos juegos de tortura.
Alguna secuencia bastante conseguida.
- ##times## Lo malo
- Los secuestros no generan demasiada tensión y ocurren rápido (excepto el de la doctora).
Es prescindible, incluso dentro de la saga.
- [accordion]
- Ambientación 7.0
- Muy al estilo Saw, aunque ya aburre un poco el cliché de México en tonos sepia, pero eso es más cosa de la edición.
- Desarrollo de Personajes 5.0
- Aquí solo interesa John y no tiene mucho margen de desarrollo porque ya empieza siendo Jigsaw y termina igual, solo que reafirmado. A Amanda se le intenta dar algo de profundidad con otro personaje, pero no termina de funcionar porque las situaciones son distintas y tampoco supone ningún cambio para ella, solo vulnerabilidad, la misma que persigue a Kramer desde el inicio de la cinta. De los jugadores se cuenta lo justo y la mayoría están encajados entres muros de arquetipo de villano.
- Argumento / Guion 6.0
- Para no haber mucho donde buscar, consiguen crear una historia bastante coherente y reforzar la empatía con un personaje ya clásico.
- Banda Sonora 6.0
- Los créditos en la parte de música se reducen a un título porque el resto son efectos de sonido y la melodía original de la saga, pero funciona bien.
- Entretenimiento 7.0
- Hay que reconocer que no se hace larga y no creo que nadie se aburra, por poco que interese. Como el juego tarda un poco en empezar, la gente espera impaciente y luego se pasa rápido entre una prueba y otra.
- Montaje / Innovación técnica 7.0
- Muy Saw en casi todo momento, aunque tampoco ofrece nada nuevo.
Trailer:
Fuente Imágenes: DeAplaneta