Ficha:
Título Original: Scar 3D.
Director: Jed Weintrob.
Guionista: Zack Ford.
Intérpretes: Angela Bettis, Kirby Bliss Blanton, Devon Graye, Ben Cotton, Christopher Titus, Brittney Wilson, Monika Mar-Lee, Brandon Jay McLaren, Carey Feehan, Al Sapienza, Bill Baksa, Ashley Chomik, Emma Duncan, James D. Hopkin, Kristin Kowalski, Tegan Moss.
Productores: Norman Twain, Courtney Potts, Jamie Gordon, Douglas Berquist.
Fotografía: Toshiaki Ozawa.
Música: Roger Neill.
Montaje: Chris Figler.
País: Estados Unidos.
Lugares de rodaje: Calgary, Alberta (Canadá); Cochrane, Alberta (Canadá).
Año: 2.007.
Duración: 86 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 18 años.
Género: Crimen, Suspense, Terror.
Distribuidora: DeA Planeta, S. L.
Estreno: 25-06-2.010.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 58.822.
Recaudación: 512.042,70 €.
Calificación: 5,462.
Sinopsis:
La historia de Ernie Bishop (Ben Cotton), el enterrador local, sigue en boca de todos en Ovid, un pueblo de Colorado. La terrible leyenda nació hace 16 años, pero el pueblo aún no se ha recuperado. Ernie Bishop secuestraba a adolescentes y los encerraba en el sótano de la funeraria, en los cajones destinados a los cadáveres. Torturaba e infligía cortes a sus víctimas y les enseñaba el reflejo de su sadismo en un pequeño espejo. Los recuerdos de esa época no se han borrado. Una de sus víctimas, Joan Burrows (Angela Bettis), consiguió escapar, matando a Bishop en su huida, y se convirtió en la heroína local. Joan, que se fue del pueblo después del incidente y ahora es una agente inmobiliaria de éxito, regresa por primera vez al cabo de 16 años con ocasión de la coronación de su sobrina Olympia (Kirby Bliss Blanton) como 'Reina Pescadora'. Pero en cuanto llega, alguien empieza a imitar a Bishop. Secuestran a varios adolescentes, todos amigos de Olympia, y aparecen sangrientas pistas. Al principio, Joan teme que Bishop haya regresado y cree que se está volviendo loca. Pero cuando Olympia también desaparece, Joan decide seguir las huellas del asesino...
Comentario:
Por encima de sus méritos artísticos, el valor de esta película se esconde en el apartado técnico: se trata de la primera película de terror rodada en Alta Definición y estrenada en 3D. Si nos referimos a la historia, todo resulta más previsible y ramplón: Joan Burrows (Angela Bettis) acarrea el trauma provocado por Bishop, un psicópata que estuvo a punto de asesinarla años atrás en Ovid, un pueblo de Colorado. Cuando Joan regresa a la pequeña localidad, pronto se da cuenta que alguien está copiando los mortales métodos de Bishop.
Crítica:
26-06-2.010 – JOSU EGUREN
'Whodunit' sangriento
No se trata de un baile de fechas, no, "Scar 3D" se rodó en 2.007, antes que "San Valentín sangriento", "Destino Final" o cualquier otra de esas películas que ha intentado resucitar el 'slasher' utilizando las gafas polarizadas como reclamo publicitario. ¿Terror o comedia? Si nos pertrechamos de un buen cargamento de palomitas y lideramos un comando de espectadores cinéfagos con reputación de alborotadores, la película que nos ocupa puede ser una digna coartada para pasar la tarde entre amigos y risas arrulladas por el aire acondicionado, porque las otras alternativas implican una mediocridad en el criterio electivo de parte del público o un intento de cauterizar las heridas abiertas por el estreno fantasma de "Saw".
Que la última entrega del asesino del puzzle haya sido calificada X es un hecho injustificable si la comparamos con la cinta de Weintrob, aunque sospecho que los censores la han dado por buena antes de revisar el metraje completo. Los apocopes de 'torture-porn' y sadismo explícitos que el director intercala con una clásica trama 'whodunit' a lo largo de sesenta minutos no provocan mareos, sino un distanciamiento afectivo que se ve acentuado por el juego de trampas y engaños con los que el guión quiere hacernos dudar de la identidad del asesino en serie.
Continuos y sofocantes 'flashbacks', tratados de una forma rudimentaria, marcan el discurso narrativo de un director que mira por el rabillo del ojo a clásicos de la serie B ("Muertos y enterrados", de Gary Sherman), al tiempo que trata de hacer confluir dos tramas que se solapan con la única intención de mantener al espectador atento. Todo queda resuelto en cinco minutos, pero Weintrob se esfuerza en aplicar nuevas capas de gore aderezadas por un dilema moral que hubiese sido difícil de resolver si alguno de sus personajes no mereciese morir en la primera secuencia. En el epitafio de todo el reparto finado se lee 'Fuimos idiotas'.