Scholes, el encargado de mantener viva las ilusiones del United

El clásico de Manchester estaba por llegar a su fin. Faltaba un solo minuto para que el United y el City empataran en un encuentro aburrido y más luchado que jugado. El punto no le servia al conjunto de Ferguson, que necesitaba ganar o ganar para seguir luchando la Premier League hasta el final. Sin embargo, cuando parecía que ninguno de los dos equipos iba a poder quebrar la resistencia rival, una colorada cabellera se erigió en el corazón del área y conectó un preciso centro de Evra que ingresó pegado al palo izquierdo de Van der Sar. El eterno Paul Scholes se enarboló en una frenética y atolondrada carrera que enloqueció a los fanáticos de los Diablos Rojos.

El clásico entre un equipo que quiere ser campeón y otro que pelea por el último boleto a la Champions Leage no cumplió con ninguna de las expectativas que había generado en la previa. Se alternaron la posesión de la pelota pero en ningún momento generaron riesgo real al arco contrario. Carlos Tevez, sin tener un buen partido, fue el delantero más peligroso de los Ciudadanos.

Cuando la historia se le complicaba a los de Ferguson apareció el histórico mediocampista inglés para mantener con vida al Manchester United en la Premier League (el gol de Scholes cobró mayor importancia aún tras la derrota del Chelsea ante el Tottenham ya que los Diablos Rojos quedaron ahora tan solo a un punto del conjunto de Ancelotti). El colorado Scholes le devolvió el alma al cuerpo al United. Colorín colorado, el cuento del Manchester tetracampeón (de manera consecutiva) no se ha terminado.

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