Algunos comentarios:
- Puntos fuertes del doc: el desfile de "músicos-fans" termina siendo convincente por cantidad de figuritas: desde Richard Hawley hasta Sting, de Damon Albarn a Utte Lemper, pasando por Jarvis Cocker y los Radiohead.
- Me gustó que cada uno que opina esté escuchando la música en ése momento. Un documental que rescata la paciencia de Escuchar.
- Buenas frases (I): "La gente no tiene idea lo importante que fue el sonido de los discos de Phillips en los 60´s para definir lo que era Inglaterra: brumosos, lúgubres. Eran tan importantes como "Day tripper" (se refiere, entre otros, a los discos de los Walker Brothers editados por ése sello).
1) Forma parte de los Walker Brothers (donde nadie era hermano de nadie ni se apellidaba Walker). No cantaba, pero después empezó a cantar. Exito total en Inglaterra (eran americanos). Actuaciones en TV (las chicas morían por Scott especialmente). Tapas de todos los diarios ("Tuvimos Beatles, tuvimos Stones, ahora tenemos a los Walker Bros").
2) Empiezan las diferencias y aparece el Scott huraño, existencialista, que declara cosas raras para un grupo pop como "quiero estar solo", etc. Y se corta solo, nomás. Editada los tres primeros solistas (I, II y III) con éxito y el fantasma de Jacques Brel a cuestas (es genial el productor que subestima toda la cosa maldita y existencialista de Brel, en favor de las primeras canciones de Scott).
Cuando llega el turno de Scott 4 (1969, planteada con justicia como la obra maestra de aquel período) ya todas las canciones eran de él. Y misteriosamente (éste episodio parece ser el eje central de toda la carrera de Walker) el disco no tiene éxito, se pierde y nadie entiende por qué. El que se pierde en las brumas, en realidad, es Scott, que desaparece de escena y pasa al retiro. 30 años después un periodista idiota le pregunta qué hubiera pasado si "Scott 4" tenía éxito.
- Buenas frases (II): Habla Eno. Lo muestran escuchando un fragmento de "Nite flights" y el tipo dice "esto es humillante". Y agrega una frase que- entendemos- aplica también a Scott: "hoy por hoy sigo escuchando grupos que se parecen a Roxy Music o a Talking Heads, pero nadie logra superar eso. Es una tragedia".
- Es cierto, el documental maneja un clima de reverencia que puede fastidiar un poco. Hay opiniones que caen directamente en el snobismo (los editores de Inrocks siempre dando la nota) pero es el propio testimonio de Walker (serio pero desapegado) el que balancea todo. Otro dato que desarticula su imagen de culto es verlo cagándose de risa en el estudio, mientras ensaya esos ruidos espantosos con caños y reses de carne. Y el arreglador de cuerdas, que explica todo el sistema Walker en dos líneas: "usa el límite del acorde y la disonancia y le agrega muchísimas cuerdas y ruidos". Buenísimo: cómo desactivar la bomba del culto en dos renglones.
- Ya en el período avant garde de "Tilt" los periodistas franceses le dicen que "ya no hay canción", a lo que Scott responde "yo sigo pensando en canciones".
- Cada vez se entiende menos qué hizo Walker produciendo a PULP.