Me había jurado a mí mismo que nunca más iba a escuchar a nuevos grupos de Post-Punk que viniesen de las islas, pero con estos jovenzuelos me ha picado la curiosidad, y me he tenido que poner con su disco de debut. Graban para el sello Mute – uno de los grandes en este tipo de grupos – y Portishead les han elegido para formar parte de su ATP de este año. Solo por eso hay que darles un voto de confianza. De todas formas, supongo que habrán caído en gracia o tendrán muy buenos amigos, ya que no hay mucha diferencia entre lo que hacen estos, y lo que hacen grupos de otros lugares como Manicure o Motorama. Bueno, sí, que estos son de Londres, y los otros no.
Hay que reconocer que al menos son un poco más originales que sus compañeros de las islas, y no nos encontramos ante otro clon de Joy Division. Suenan contundentes y no se dejan llevar por el estribillo fácil, y eso ya les honra. Además, a su oscuridad, hay que añadirle un punto de Shoegaze en unos cuantos temas del disco (Summon The Sound o el single Amber Hands), que le da un rollo bastante más interesante a su música. Aunque lo realmente bueno son los tres o cuatro pepinazos que tiene el disco: Faith Unfolds, Days Untrue o esa espectacular Whitechapel con la que cierran el álbum, son una maravilla.
Pero no todo el monte es orégano: fallan en los temas más tranquilos - Paris o Requiem terminan aburriendo -, y de vez en cuando, su cantante exagera un poco la siniestralidad de su voz hasta hacer el ridiculo. Con todo eso, ya quisieran muchos de sus compis de oscuridad sacar un disco como este.
7,5