Y se abren los cielos pariendo luces nuevas y trinos nuevos.
Se abren los cielos de par en par,
aleteando atardeceres rojos e insinuando futuros imperfectos... Los horizontes llaman con voz de viento, reclamando su hora y tu sino bien asentado sobre ellos...Atiende pues, levanta la mirada bien alta sobre las águilas poderosas y sus regios vuelos. Atiende a la llamada de las rosas y a la fugaz fragilidad del aroma de los azahares, blancura tierna que embriagar pudiera los pechos más fieros.
Levanta tu mentón oblicuo bien alto y sincero,
y no temas lo que ha de pasar, porque lo que ha de pasar pasará y es la irrevocable pasión de lo nuevo...La primavera se sobreviene preñada de luz y de guiños nuevos, de flores recién nacidas que huelen a desordenado milagro y futuro perfecto.Y ha de acabarse todo lo yerto. Acabarme deberé yo mismo como terminarse deberá el rastrojo ya seco; mas aun no será posible descansar estos huesos, pues los cielos reclaman estas alas doloridas recontando de nuevo el azul cobalto de sus poderosos cielos.