La verdad es que ya son muchos años de provocación de una parte importante de la población catalana, ante la cual, desde el resto de España prácticamente no hay respuesta alguna. Yo soy el primero, escribo desde hace ya bastante tiempo, he escrito mucho acerca del independentismo, tanto catalán como vasco, pero sobre todo catalán y siempre, aunque no les soporto, he intentado ser moderado en mis palabras dado que el no hacerlo supondría ponerse a su altura.
Hace muy poco tiempo que acaban de celebrarse los carnavales y los de Solsona, en la provincia española de Lérida, deben tener fama y han sido retransmitidos por una de las miles de televisiones públicas catalanas. Yo lo entiendo todo, entiendo el ambiente festivo de unos carnavales, entiendo lo que representa el hecho de beber unas copas de más y entiendo, también, lo que puede significar para un miserable, un mindundi y un soplagaitas esconderse detrás de una careta e ir de gracioso y de valiente. Lo que no entiendo, habiendo entendido todo lo anterior, es la provocación absoluta y la falta de cerebro, el cerebro no sobra nunca, ni siquiera en Carnaval.
Pero eso de sobrar el cerebro parece que entre los independentistas catalanes va pasando demasiado, y no sólo en Carnaval, ocurre absolutamente todo el año. Es entonces cuando te das cuenta que esto no es ninguna excepción, es entonces cuando te das cuenta que no es un accidente, es entonces cuando te das cuenta que el independentista que está hablando es completamente imbécil y con los imbéciles no hay que tener contemplación alguna porque la imbecilidad está más que comprobado que es contagiosa. Bien pues eso es lo que le pasa al tonto de baba independentista que aparece hablando en este, que es completamente imbécil, además de un mindundi.
¿Y por qué digo mindundi? Para eso sólo hay que ver el lenguaje corporal, ese movimiento de pies continuo mientras le entrevistan que representan que está en el primer minuto de gloria de su vida y que en su vida se ha visto en otra así. Dice, el patético personaje, que va a ir a buscar a uno del PP y a un español para darle de palos porque el asunto, el catalán se refiere, sólo se arreglara a tiros y eso dice “que no es broma”. Lo primero que hay que tener para hacer eso, enano mental, es cerebro y valor y tú, y no hay más que verte, no tienes ni lo uno, ni lo otro. Si algún día traspasas la frontera de Zaragoza te entrará una colitis crónica que no se pasará hasta que no vuelvas a tu pueblo, del cual parece que no has salido en la vida.
Que fácil lo tienen los partidos independentistas catalanes, si el cerebro independentista medio es así lo tienen chupado. A gentes, como los tipejos que salen en este vídeo, no sólo es que les falte el cerebro, es que en el hueco que debería estar el cerebro lo único que tienen es serrín. Querido carnavalero de Solsona, ¿que decirte? Que aquí te espero, yo soy uno de esos “españoles” a los que quieres hacer no se cuantas cosas, no creo que tuvieras ni siquiera el valor de ponerte cara a cara con uno de ellos, miserable.