Con la llegada del colegio no sólo viene la rutina, también las "ansiadas" fiestas de cumpleaños. He estado revisando entradas anteriores pero no encuentro lo que sucedió el año pasado, porque lo necesitáis para entender lo de este, así que voy a hacer un breve resumen.
Por estas fechas, el año pasado, se celebro el cumpleaños de dos niños y se puso 5€ por niño para comprarles los regalos. Los niños se encontraron con zapatillas con ruedas, casco y protecciones y alguna que otra cosa. Todo bien, el problema surgió en el siguiente cumpleaños en el que se juntaron cinco niños cumpleañeros. para ese cumpleaños se decidió poner 3€ por niño, en lugar de los 5€ del anterior. Yo como buen "bocas" que soy manifesté mi desacuerdo porque no me parecía justo que unos fueran más que otros, unos recibieron zapatillas con ruedas, y los otros lo vieron. Si tuvieron regalos, pero la diferencia era evidente.
Después algunos padres se enteraron del debate y se enfadaron porque a sus hijos le regalaban unos juguetes de "Chino". De hecho todavía hay padres que ni me saludan, pero afortunadamente puedo vivir con ello.
Este año de nuevo la fecha del cumpleaños de los mismos, aunque se ha unido una niña. Nos han invitado a todos, pero los días pasaban y no sabía nada de recogida de dinero para regalos ni nada, pregunte a un par pero nada. Pero, al hablar con una de las madres que el año pasado estuvo de mi lado, me cuenta que que hay un grupo (de whatsapp) que se han juntado para comprar el regalo de los cumpleañeros, y en el que curiosamente faltamos esta mama y yo, ¿Casualidad? ¿error?
Al final, nos ha tocado ir metiendo la cabeza y supongo que por vergüenza nos han dejado entrar. Yo no lo entiendo ¿y vosotros?
A la mama con la que he tratado le he dicho que no era normal, que no eramos niños de 7 años y que uno podría manifestar su opinión, educadamente como hice yo.
Su respuesta era que todavía había gente enfadada por aquello, pero yo no, ¿entonces?
Si no fuera porque Cangrejito se lo pasa pipa no me volvían a ver ni en foto en los cumpleaños, pero en fin tragaremos.
Eso por no hablar del vacío que me hacen la mayoría, con los dedos de una mano puedo contar los que me tratan con normalidad, y me sobran dedos.
Hay gente que no madura.