Siempre he pensado que uno debe dedicarse con esmero a lo que le gusta, y si no resulta hay que tener un “plan b” y dejar las pasiones a un lado. Mi “plan b” tenía que ver con hacer una religión, secta, grupo de gente que se le vendiera una idea vieja como nueva y listo, éxito garantizado; claro eso también tiene su método, hay que conseguir al encantador de serpientes, cosa que no es fácil, hay que disfrazar la idea, conectarla con la gente y la verdad, eso es mucho trabajo.Por eso, mi “plan b” está cambiando hacia algo más sencillo. La idea no se me ocurrió a mí, obviamente. Me inspiré leyendo una noticia imprescindible: Ben Affleck vivirá con $1,5 al día durante cinco días. No encuentro una manera más lejana de abordar el tema de la pobreza que este conato de ayuno al que se someterá el oscarizado actor.Uno de los mayores problemas que tiene quien vive en situación de pobreza es precisamente que no sabe cuándo dejará de ser pobre, porque la pobreza es un laberinto para quienes la viven. Obviamente, el señor Affleck lo come la culpa (no entiendo por qué) de vivir en una súper casa, con carros, servicio doméstico, viajes y comida para regalar. Entonces, ha decidido aplacar esa culpa gracias a la fantástica idea de Global Poverty Project de recaudar fondos y usar como señuelo, perdón, motivación a distintos artistas que harán el sacrificio durante cinco días de vivir con lo que se sostienen 1,4 billones de personas en el mundo.Aún no había decidido del todo que este fuera mi “plan b”, pero Alejandro Sanz me terminó de convencer, cuando fue al ártico a promocionar junto a Greenpeace la salvación del ártico. Esas fotos pasando un frío salvaje, y la marea incansable de hashtags apoyando la salvación del planeta, la especie humana, y todo en manos de un artista pop, me convencieron. La solución a todos mis problemas está en conseguir un artista bonachón que sepa que gana más de lo que merece, y que no quiera quedar como un patán mezquino que no hace nada por su tiempo. Lo convenzo de que los limones están saliendo menos ácidos que antes por el uso de un fertilizante malo malísimo al que tenemos que oponernos, porque en cualquier momento afectará a todos los limones del planeta, por lo que debemos recaudar fondos para evitar una tragedia de tal magnitud.Por un lado, obtengo los ingresos de la gente buena buenísima que cree al artista y dona dinero sin hacerse preguntas; por otro, obtengo una jugosa donación del artista que se obsesiona con el tema de proteger a los limones; y, por último, obtengo de quienes hacen el fertilizante una pequeña colaboración por garantizar que la campaña solo se realizará una vez, no pasará a mayores y podrán vender su fertilizante sin problema en lo sucesivo.Al cabo de unos meses me compro una isla y me dedico a vivir la vida, porque no me irá a tocar a mí el único artista que a lo Bill Gates pida cuentas de lo que dona, y los resultados de los proyectos que emprende, porque ese nerd de Gates sí que es malo, como se nota que no es católico, que no da las cosas sin esperar algo a cambio. Empresario tenía que ser.
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