Se busca experto/a en Protocolos

Publicado el 10 octubre 2014 por Icastico

Cada vez que sale alguien del gobierno o un alto cargo satélite a dar la cara ante un asunto serio, de esos en los que es URGENTE un gobierno de verdad, es para provocar. Y lo que provocan es risa, pena y vergüenza ajena. Si a esto le añadimos la prepotencia de algunos (casi todos), “dimitiré cuando yo quiera”, ante casos de extrema sensibilidad, se ganan el desprecio de cada vez más ciudadanos, desprecio con el que nos tratan ellos primero.

Todo cristo habla de protocolos como habla de la Constitución cuando toca: sin tener ni pajolera idea de lo que es. Dicen “se ha cumplido el protocolo” o esto es “anticonstitucional” pretendiendo trasmitir seguridad con la mera mención de la palabra pero sin bucear en ningún argumento para demostrarnos que estamos en buenas manos. Autos de FE. La gente que dice esto ante un micrófono suele cobrar sueldos de bastante más de cien mil euros, tarjeta “black” aparte.

El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, es otra perla de esa cantera inagotable de políticos y gestores necios, irreverentes y prepotentes que por creer haber sido algo en la vida (la suya) creen no tener que demostrar nada (en la nuestra) – aunque nos cuesten un pastón – y nos imponen su arrogancia. De esta cantera salen auténticos detectives que dan con una rapidez asombrosa con los sicópatas que ponen en jaque la seguridad y la salud del país, su imagen: enfermeras y perros (ébola español), capitanes de barco (Prestige), el piloto de un avión (Yak42), el conductor de un tren (AVE Santiago, Metro de Valencia), los inmigrantes (tragedia de Ceuta), ETA (el 11M), los jueces (Gürtel, Blesa), y hasta los ciudadanos (que han vivido por encima de sus posibilidades). Su método de investigación es infalible: la estupidez. Es la España de los maquinistas.

Vayamos con un ejemplo del método. El doctor Juan Manuel Parra, que atendió a la infectada de ébola en el hospital de Alcorcón, denunció fallos en el protocolo. Pero al “consejero” no le preocupa eso, le preocupa que “un médico que acaba de tratar a un enfermo de ébola comparezca ante los medios de comunicación, con gente a su alrededor que le puede tocar y micrófonos cercanos a la boca”. No le preocupó, sin embargo, que el “doctor” Germán Ramírez acusara a la enfermera tras haberla interrogado en plan poli bueno (contacto directo). Aparte de esta contradicción ¿no habíamos quedado en que el periodo de incubación de esta enfermedad es de 2 a 21 días? Y si tiene tanto temor por la actitud de Manuel Parra ¿cómo es que el protocolo no contempla aislar de inmediato a un médico que ha tenido contacto con un enfermo? ¿Cómo le permiten andar por la calle y hablar con cualquiera, y, lo que es peor, con periodistas? ¡Ah!, claro, con cualquiera se puede hablar, con la prensa no, es loable tanto “celo” por estos profesionales, me pasma este rasgo de humanidad.

A este impresentable, que representa a todo un gobierno impresentable, le faltó tiempo, como buen detective que es, de sospechar que la enfermera mentía (“aunque no lo puedo probar”), cree el ladrón que todos son de su condición, y otras lindeces por haber ido a la peluquería. Dice este médico que no hace falta un master para ponerse un equipo de protección. Pero en EEUU la formación mínima es de dos semanas. Y médicos expertos trabajando en ONG’s de Africa dicen que ponerse el equipo lleva, mínimo, 10 minutos y quitarlo de 20 a 25 con dos personas delante, una para limpiar sobre la marcha y otra SOLO para leer paso a paso el protocolo y evitar saltarse cualquier paso. Como aquí, seguro.

La pachanga informativa de estos responsables es penosa, su estrategia siempre la misma. Qué habremos hecho tan mal los españoles que no merecernos, tan siquiera, una derecha como dios manda. Porque España es el refugio de la derecha más incompetente, rancia y de palio. Y, francamente, lo que me da pavor es la incompetencia al frente del país, sea del color que sea. La experiencia con los actuales incompetentes es terrible, solo pierden el poder cuando hay muertos por el medio, llámese 11M, Yak 42…

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