La última gala, presentada por tercera vez consecutiva por Dani Rovira, ha sido, como tantas otras, criticada sobre todo desde las redes sociales, y por ello, según ha comunicado la web de RTVE, se da la posibilidad de definir la gala como un formato de mera entrega de premios o se debe aspirar a ser un espectáculo televisivo, intentando emular las galas de premios que nos llegan desde la meca del cine.
A pesar de todo, la gala de los Goya consiguió unos números de audiencia considerablemente altos con una media de 3,6 millones de espectadores y un 23,1 por ciento de share, aunque eso sí, fue la gala con menos audiencia de las presentadas por Dani Rovira. Pero muy por debajo, un millón de espectadores menos, de la gala que ostenta el máximo histórico de los Goya en la que Andreu Buenafuente, en la edición de 2010, fue su presentador.