Revista Arquitectura

Se cumplen 85 años de su fallecimiento Antoni Gaudí, luces y sombras del 'Arquitecto de Dios'

Por Vilanova_studio
noticias.terra.es
Vivió como un ermitaño, falleció como un mendigo y fue enterrado como un rey. Las obras del arquitecto catalán emblema del 'modernismo' cambiaron la fisonomía de Barcelona, que estos días recuerda a su genio más internacional.
Se cumplen 85 años de su fallecimiento  Antoni Gaudí, luces y sombras del 'Arquitecto de Dios'
El controvertido origen de su misticismo
Los mentideros de la Ciudad Condal apuntaban a que las setas alucinógenas podrían estar detrás de su inspiración. Detalle del Parque Güell.
Se cumplen 85 años de su fallecimiento  Antoni Gaudí, luces y sombras del 'Arquitecto de Dios'
Barcelona, 7 de junio de 1926. Un hombre viejo y con aspecto de mendigo cruza con aire despistado la Plaza de Tetuán cuando, absorto en sus pensamientos, hace un giro brusco y termina bajo las ruedas de un tranvía.
Nadie reconoce al herido y, por su aspecto de vagabundo, los pocos taxis y automóviles que pasan por el lugar se niegan a transportarlo a un hospital.
El viejo malherido por el convoy de la línea 30 fallece tres días después en el Hospital de la Santa Creu, uno de los lugares destinados a los 'sinhogar' de la Ciudad Condal. Sin embargo, el desconocido no lo era tanto: uno de los arquitectos más importantes de finales del s.XIX y principios del XX.
Pese a la miseria que rodeó su muerte, Antoni Gaudí i Cornet, nacido en Reus (Tarragona) en 1852, tuvo un entierro digno de reyes. Miles de personas quisieron rendirle tributo final al más grande de sus artistas.
"Poeta y místico, a la manera de Verdaguer, con quien podrían hallársele bastantes puntos de semejanza, su vida toda ha constituido un poema maravilloso de exaltación artística", así definía el periodista Manuel Vega, en 'La Vanguardia', en su obituario al genio del modernismo. "De religiosa devoción y de anulación de afanes subalternos que evoca el recuerdo de aquellas legendarias figuras de monjes de la Edad Media, santos y sabios a la vez"
Autor de algunos de los edificios más emblemáticos de la arquitectura española, la fama de hombre devoto de Gaudí le sigue hasta nuestros días. La Asociación Pro Beatificación de Antoni Gaudí defiende la santidad de este hombre laico, al que le imputan un milagro: la recuperación de la vista de una mujer de su localidad natal, quien rezó al arquitecto para que mediara por ella en la sanación de su retina.
Pese a que el caso se encuentra en vías de estudio por la Congregación de las Causas Santas del Vaticano, los promotores de su canonización creen que el arquitecto podría ser beatificado para 2016, cuando se cumplan 90 años de su fallecimiento.
Hasta entonces queda mucho camino por recorrer. De momento, se está redactando una extensa biografía del arquitecto en la que se argumenta su devoción cristiana y en la que se detalla su supuesto milagro.
La Asociación Pro Beatificación de Gaudí calcula que la biografía que se entregará al Vaticano tendrá entre 1.200 y 1.440 páginas que explicarán "que fue un cristiano maravilloso" y que tuvo una "vida heroica".
Nadie reconoce al herido y, por su aspecto de vagabundo, los pocos taxis y automóviles que pasan por el lugar se niegan a transportarlo a un hospital.
"De religiosa devoción y de anulación de afanes subalternos que evoca el recuerdo de aquellas legendarias figuras de monjes de la Edad Media, santos y sabios a la vez"
La Asociación Pro Beatificación de Antoni Gaudí defiende la santidad de este hombre laico, al que le imputan un milagro
Pese al misticismo que la ciudad le reconoce, los rumores de los mentideros dudaron desde el principio de los orígenes de su religiosidad, y apuntaban a las setas alucinógenas
Una personalidad 'peculiar'
Singular y gran artista, el solitario arquitecto se negaba a hacer vida social y se limitaba a aparecer en los actos sociales justos para garantizar el avance de su obra cumbre: La Sagrada Familia.
De personalidad muy compleja y epicentro de múltiples leyendas, el hombre vive en una sombría casa en la zona alta de Barcelona y cada día baja las calles para presenciar el transcurrir de las obras que dirige desde la acera y acudir a rezar al oratorio de San Felipe Neri.
Pese al misticismo que la ciudad le reconoce, los rumores de los mentideros dudaron desde el principio de los orígenes de su religiosidad, y apuntaban a las setas alucinógenas -que muchos de sus artistas contemporáneos consumían- como fruto de su inspiración.
La Sagrada Familia, su legado inacabado
Gaudí estaba convencido de ser el arquitecto de Dios. El Supremo Arquitecto, el Creador de la naturaleza, revelaba sus misterios al arquitecto humano, que aplicaba los mismos principios a sus construcciones.
Desde 1915 Gaudí se dedicó prácticamente en exclusiva a su obra cumbre, la Sagrada Familia, obra que 85 años después de su fallecimiento continúa en construcció

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