Qué bonito sería una foto los dos besándonos.
Los ojos cerrados y las pestañas vibrando ante la emoción que despierta en mí el roce de tus labios.
Qué bonito sería que la foto saliese movida porque nos dio un arrebato y nos quisimos gastar la piel en ese parar el tiempo que nos permitió el día.
Qué bonito sería inmortalizar en una imagen el poder que tenemos a la hora de parar el tiempo.