Qué queréis que os diga, a mí, sinceramente, no me da ninguna pena que los Juegos Olímpicos de ese año no se celebren en Madrid, puesto que si estamos sumidos en una grave crisis económica y por mucho que nos quieran vender la moto con que los Juegos Olímpicos ayudarían al país con un auge económico importante, perdonadme pero no me lo creo, ¿ayudarían a quién?, ¿a la ciudadanía o a los que se encuentran en un status más alto? Porque claro si estamos en un país donde la tasa de parados es de un 23% y esta tasa no para de subir, ¿en qué nos podrían ayudar? podría responder la pregunta como la señora de Aznar con su perfectísimo inglés, que ya están construídas el 90% de las infraestructuras, si señora Botella si, que yo también traigo manzanas, las que quiera.
Y es que ahí nos encontramos otro verdadero problema, unos Juegos Olímpicos, donde la mayoría de los países de todo el planeta, representando a los cinco continentes, participan y siendo el inglés, hasta el momento, el idioma pater de todas las lenguas, que tengamos a unos dirigentes y representantes con un inglés tan pésimo y no es que mi inglés sea el mejor de todos, que ni lo chapurreo siquiera, pero si tenemos que escuchar perlas tan maravillosas como las que hemos escuchado estos días, seríamos un país aún más hazmereir del que somos.
Bueno amigos, siempre podremos estar de relaxing cup of café con leche en la Plaza Mayor de la capital viendo los Juegos Olímpicos de Tokio en el 2020. Os dejo con un vídeo de El Intermedio donde se verá, de forma más clara, quizás la causa por la que Madrid está fuera de esos Juegos Olímpicos y añadir, también, dos propuestas que he encontrado por la red, de las posibles mascotas que pudieran haber sido en dichos Juegos.