El estado de Wisconsin exporta más queso que cualquier país en el mundo, así como la franquicia de los Packers es una de las más tradicionales y exitosas de la historia de la NFL. Han tenido a muchos de los jugadores más exitosos de la historia y a tres de los mejores quarterbacks que han jugado este deporte. Uno de ellos, de hecho, es hoy por hoy el mejor quarterback de la liga. Rodgers es efectivo, tiene un brazo fuerte y preciso, tiene movilidad y comete muy pocos errores. La pregunta que ronda muchas de nuestras cabezas es, que si después de varias lesiones, los Packers siguen siendo contendientes para ganar el título. La respuesta es simple y rápida: Sí pueden.
Rodgers tiene una cualidad que tienen los quarterbacks estrella. Tiene la capacidad de convertir a cualquier receptor en un jugador competente como mínimo, sin dejar de mencionar que Adams, Montgomery y Janis tienen talento visible. Es cierto que Green Bay perdió a uno de los mejores receptores de la liga en Jordy Nelson (rodilla), y tienen en duda para empezar la temporada a uno de los grandes receptores “slot” de la liga (Randall Cobb con lesión de hombro). Sus problemas no acaban con receptores, ya que su tackle derecho titular Bryan Bulaga, un excelente jugador, dejó el partido de pretemporada contra Philadelphia con una lesión de tobillo y el corner Micah Hyde salió del juego con espasmos de espalda.
Green Bay tiene todavía una plantilla interesante gracias a la profundad del roster, y mientras tengan a Rodgers, las probabilidades de ganarlo todo siguen presentes. Recordemos que en el 2010, los Packers ganaron el título con un plantel lleno de lesionados. Tenían 16 jugador en la lista de lesionados (perdidos por el año), entre los cuales estaban jugadores clave como Charles Woodson, Sam Shields y Donald Driver.