El Museo Egipcio de El Cairo inauguró ayer una exposición de piezas encontradas en la tumba del célebre faraón Tutankamón, que nunca antes habían sido mostradas al público y que han sido restauradas durante tres años en el marco de un proyecto egipcio-alemán.
Entre las reliquias hay placas de oro talladas con finos relieves que se encontraron en el suelo de la tumba del denominado faraón niño -que reinó entre 1332 y 1323 a.C. hasta su muerte repentina-, parcialmente destruidas y que alguna vez decoraron los carruajes del rey egipcio. Por primera vez, los visitantes también podrán ver empuñaduras de dagas, decoraciones de arcos y aljabas, además de otros artefactos de oro, cuero y materiales textiles.
Las piezas llevaban 95 años guardadas en el mismo baúl en el que las puso el descubridor del sepulcro de Tutankamón, el británico Howard Carter, en 1922 y han sido restauradas en el marco de un amplio proyecto en el que participan el Museo Egipcio, el Instituto de Arqueología Alemán de El Cairo, el Museo de Maguncia (Alemania) y la Universidad de Tübingen (Alemania).
En la inauguración estuvieron presentes el Ministro egipcio de Antigüedades, Jaled al Anani, y el director del Instituto de Arqueología Alemán de El Cairo, Stephan Seidlmayer, además de representantes del Museo de Maguncia y de la Universidad de Tübingen. La colección, que se puede ver en el Museo Egipcio adyacente a la céntrica plaza Tahrir, será trasladada en 2018 al Gran Museo que se está construyendo junto a las pirámides de Guiza, donde Tutankamón tendrá un protagonismo destacado.