El libro La invención del pasado. De Miguel Anxo Murado. Una idea de partida: confío en el pacto de veracidad que en un ensayo se firma entre autor y lector. Una idea de salida: acaba uno el libro como si despertara de un duermevela. El sueño de una demolición. Mira uno de la historia, de España o de cualquier otro lugar y resulta que, por decirlo en palabras del presidente, todo es falso, menos alguna cosa.
Un libro necesario, no sólo para los escasos nacionalistas españoles que quedan, sino también y especialmente para los muchos nacionalistas vascos o catalanes. Todas las naciones son construcciones culturales basadas en metáforas o en equívocos.
Un libro, por cierto, que reafirma la idea que le leí a Xavier Pericay hace muchos años. ¿Qué hace una persona adulta perdiendo el tiempo con papelillos, habiendo tanto ensayo por disfrutar?
Hablaremos largo y tendido...
PS: Ahí va una reflexión de Murado en el libro: Es mejor resumirlo con un simple cálculo: del Imperio Romano, en su conjunto, han sobrevivido unos diez millones de palabras en latín y
unos cien millones en griego, una lengua extranjera que sólo hablaba una élite.
De esos ciento diez millones de palabras, el 90% fueron escritas después de la
aparición del cristianismo, religión de una minoría que no se extendió más que
hacia el final del Imperio. De los diez millones de palabras en latín, dos millones
tratan de cuestiones legales; y de los diez millones de palabras griegas precristianas, dos millones se ocupan de la medicina de Galeno. Esos números nos
dicen que nuestra imagen del Imperio Romano es la que nos han legado los
abogados y los médicos de la clase alta, filtrada por los intereses y las
fobias de varias generaciones de monjes cristianos. No es muy esperanzador para
nuestra aspiración de reconstruir aquel mundo"