¿Cree usted que existe la posibilidad de un golpe de estado en Brasil? A la cual respondió desde su móvil: “No”.
Sin embargo, parece que el fascismo ha asomado la cabeza. El monstruo se salió del estanque, escribe el blog de Porter , mientras una página de Facebook llama al Golpe Militar en 2014.
El Diario de Pernanbuco señala que un artículo a inicios del mes de junio, o sea, antes de la ola de protestas por el aumento de pasaje de ómnibus, destacaba la formación de una Comisión especial formada por diputados y senadores para definir reglas en el caso de vacante del presidente o vicepresidente de la República.
Por su parte, en Twitter O Globo convocó a un golpe de estado.
El Movimiento Free Pass, que organizó las protestas en un comunicado de su página en Facebook, criticó la hostilidad a los partidos extremistas y rechazó el oportunismo, asimismo, repudió la violencia policial.
La presidenta Dilma Rousseff ha destacado que estas protestas “ultrapasan los mecanismos tradicionales de las instituciones, de los partidos políticos y de la propia prensa, y demuestran el valor de la participación de los ciudadanos en la busca de sus derechos”.
Lo cierto es que miles de personas han tomado las calles de las principales ciudades brasileñas para protestar, ya no solo por las tarifas de los ómnibus, sino también por aumentar el presupuesto de salud y educación pública, mejorar la calidad de los servicios públicos y por el gasto destinado a la organización de la Copa Confederaciones y la Copa de Mundo de 2014.
En medio de justas protestas la poderosa derecha brasileña, que ha conservado poder y privilegios durante los gobiernos de Lula y Dilma, está atenta y actuando junto con los medios que la resguardan. Un golpe de estado no se puede descartar. Esperemos que las fuerzas democráticas prevalezcan.