Apenas unos días más le faltaron para soltarse del todo, y pasamos del necesitar un dedito para sentirse seguro a rechazar cualquier mano amiga que pretendiese sujetarlo. Del andar al correr pasamos en un suspiro. Y en esas estamos. Camina, corre, baja rampas, sube escaleras... Es bastante temerario, porque para él no existen los bordillos, todo lo hace en "llano" así que tenemos que tener mil ojos. Yo me paso el día caminando y corriendo detrás de él, pero aún así, no le he podido evitar unos cuantos chichones y caídas.
Me parece muy divertido verlo en sus andanzas, pero esto es un sin vivir!
Contadme ¿cómo y cuándo se lanzaron a andar vuestros peques?