Hace poco hablábamos de la catedral de Notre-Dame, uno de los templos más icónicos de París. Pues bien, pronto lucirá aún más bella gracias a la instalación de nueve campanas nuevas que llegaron este jueves.
Uno de los símbolos de Notre-Dame eran sus campanas, pero por desgracia, durante la Revolución Francesa fueron destruidas todas excepto una (Emmanuel, en la torre sur), siendo sustituidas en 1856 por otras ocho de calidad más bien mala y un tamaño inadecuado que las hacía desafinar en relación a la campana genuina.
Estas nuevas campanas fueron encargadas a la fundición Cornille-Havard, en el noroeste de Francia, para conmemorar el 850 aniversario de la construcción de la catedral. Cada una lleva el nombre propio de su padrino: Marie, Gabriel, Anne Geneviève, Denis, Marcel, Etienne, Benoît-Joseph, Maurice y Jean-Marie; algunos de estos padrinos son la Gran Duquesa de Luxemburgo (Marie) o el Papa (Benoît-Joseph).
Las campanas no serán instaladas hasta el 25 de febrero, ya que antes se celebrarán varios festejos; entre otros, la bendición de las campanas. El 23 de marzo sonarán por primera vez todas juntas, un total de trece campanas que ofrecerán, dos siglos después, la genuina canción de Notre-Dame.